Cardi B lleva ya casi un año asistiendo a los tribunales por la acusación de dos hermanas camareras, Jade y Baddie Gi, que acusan a la rapera de atacarlas (y de mandar a sus amigas a atacarlas) en sendas visitas al club de striptease en el que trabajaban en agosto de 2018. La última llegada de la artista al juicio ha roto internet.

A Cardi B le regalaron el diamante de Titanic

Todo provenía por una supuesta infidelidad del marido de Cardi B, el también rapero Offset, tenía con una de ellas y que la ahora actriz de Estafadoras de Wall Street sospechaba. Tras las disputa, fue detenida en octubre de 2018. La acusación sostiene que planeó ambos ataques y que las agresiones contra las hermanas eran premeditados.

Este martes tenían una vista en la Corte Suprema de Queens, un distrito de Nueva York, y la extravagante artista, que no suele dejar indiferente a nadie con sus estilismos (recordados son sus outfits en los Grammy o la Gala Met de La Gran Manzana), ha acaparado los flashes de los paparazzis.

Aunque se enfrenta, como condena máxima, a cuatro años de prisión ni más ni menos, Cardi B ha querido seguir siendo fiel a sí misma y a su estilo y ha hecho de su visita a los juzgados (ella misma rechazó un acuerdo con la fiscalía que habría ahorrado el proceso) todo un dispendio de glamour y exageraciones.

Lo último, según Entertainment Tonight, aparecer con una pieza valorada en 3.000 dólares (2.995 para ser exactos, 2.700 euros): el Queen's Coat (Abrigo de la Reina), de la colección Adrienne Landau by Saulo Villela.

Se trata de un abrigo negro con plumas, con capucha y una cola de tres metros, que daba la apariencia de villana, como se han apresurado a comentar algunos fans, a lo que se sumaba una camisa interior con corbata estrecha tambiñen oscura y unos zapatos de tacón de la marca Louis Vuitton.

Ya se espera cómo será su próxima visita ante el juez, que está programada para mediados de enero de 2020. Hay que recordar que en diciembre de 2018 la cantante llegó ataviada con un traje rosa de la firma Ferragamo (5.000 dólares, unos 4.500 euros) y más tarde un varias piezas de Christian Siriano, con predominancia del blanco hasta en lo complementos, y cuyo valor total se tasó en 15.000 dólares (13.525 euros).