Serbia confirma la identidad del sospechoso el 11-M detenido ayer en Belgrado

El marroquí Abdelmajid Bouchar, sospechoso de implicación en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, está en prisión en Serbia a la espera de ser extraditado a España, después de haber sido interrogado por el juez de instrucción del Tribunal del distrito de Belgrado.

El Ministerio serbio del Interior comunicó hoy el paso del detenido por instancias judiciales y que la ulterior competencia en el procedimiento de la extradición será asumida por las autoridades judiciales de Serbia y Montenegro y de España.

En la nota se precisa que la oficina de Interpol en Madrid confirmó la identidad de Bouchar a partir de sus huellas dactilares a petición de las autoridades serbias.

La policía serbia había pedido la verificación de la identidad de esta persona a través de la Interpol tras su detención por falta de documentación en un tren de la línea entre la ciudad norteña de Subotica y Belgrado, según el comunicado, en el que no se precisa la fecha de la detención.

Mientras se esperaba la comprobación de su identidad, el marroquí cumplía en la cárcel la sentencia que había sido dictada contra él por falta de documentación, agrega el Ministerio en el comunicado, sin ofrecer otros detalles al respecto.

Esta es la primera vez que la autoridades serbias confirman la detención del sospechoso marroquí, de la que ya ayer informó el Ministerio español del Interior.

Mientras se esperaban datos oficiales sobre la captura, la cadena nacional serbia de televisión RTS emitió anoche las imágenes del traslado del detenido, entre grandes medidas de seguridad, a la sede del Tribunal del distrito de Belgrado, para que fuera interrogado por el juez de instrucción que estaba de turno.

El diario Politika aseguró esta mañana, que Bouchar fue llevado anoche al Penal Central de Belgrado, bajo "medidas de seguridad jamás vistas" en esta ciudad, después de que el juez de instrucción Branislav Pantelic le interrogara durante cuatro horas.

En torno a la cárcel fueron impuestas reforzadas medidas de seguridad a cargo de los miembros de la unidad antiterrorista de la Gendarmería, según la misma fuente. El jefe de la Interpol para Serbia y Montenegro, Milos Oparica, declaró anoche a la agencia estatal Tanjug que el complicado procedimiento de extradición "puede ser un proceso largo" y que su duración depende de si el detenido presentará recurso.

Del arresto del sospechoso marroquí en Serbia informó ayer primero el Ministerio del Interior de España. Según esa fuente, Bouchar -contra quien pesa una orden internacional de busca y captura emitida por las autoridades judiciales españolas- fue detenido por violar las leyes de extranjería serbias.

El Ministerio precisó que la Policía serbia sospechó de la "nula actitud de colaboración" por parte del arrestado y distribuyó sus huellas dactilares a través de Interpol, a fin de comprobar su identidad real y sus antecedentes.

Una vez recibidas las huellas, los especialistas españoles determinaron que el detenido era realmente Abdelmajid Bouchar, nacido hace 22 años en la localidad marroquí de Ait Lahcen Oualla.

Acelerar los trámites

El Ministerio español informó además de que el titular del Interior, José Antonio Alonso, solicitará formalmente del Ejecutivo que acelere los trámites de extradición desde Serbia para que el sospechoso sea entregado cuando antes a España.

En la orden internacional de detención de Bouchar, el juez encargado del sumario del 11-M, Juan Del Olmo, considera que es la persona que el 3 de abril de 2004 detectó a los policías que rodeaban la vivienda de la localidad madrileña de Leganés en la que se ocultaban varios de los supuestos autores de los atentados.

Estos, tras ser avisados por su compañero de la presencia policial, activaron los explosivos que guardaban en el piso y se suicidaron.

En el piso de Leganés se encontró documentación personal de Bouchar, quien había abandonado el domicilio familiar a finales de febrero o principios de marzo y que realizaba labores de aprovisionamiento para los ocupantes de la casa.

En los atentados de Madrid murieron 191 personas y más de 1.500 resultaron heridas al estallar una decena de artefactos en cuatro trenes.

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