El conseller de Interior, Miquel Buch, ha llamado este miércoles a "no bajar la guardia" en la campaña forestal de este año -con un presupuesto de 16.229 millones de euros- porque "a pesar de que ha llovido suficientemente" existe un "riesgo grande" de incendios en Cataluña "por la desestacionalización y los efectos del cambio climático", que produce un efecto "invernadero" y el consiguiente "crecimiento extremo de la vegetación".
Lo mismo ha defendido la consellera de la consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Teresa Jordà, que ha apuntado que "será necesario estar muy alerta a la evolución en los siguientes meses".
Durante la presentación de la campaña forestal 2020 del Govern en la comisión telemática de Interior del Parlament, Buch ha apuntado que el cambio climático traerá "incendios de sexta generación", por lo que "los retos de los próximos años serán cada vez mayores".
Asimismo, ha informado de que los Bomberos de la Generalitat trabajarán bajo un plan de contingencia para prevenir el contagio de coronavirus y de que se renovará su flota móvil con 263 nuevos vehículos que costarán unos 18,5 milllones de euros.
El cuerpo, ha dicho, ha incorporado mejoras operativas, como el despliegue de nueve bases para hacer actuaciones preventivas, la revisión del procedimiento de relevos en actuaciones de larga duración, la incorporación de personal específico para el avituallamiento o la potenciación del software introducido en 2019 para "mejorar la inteligencia en la toma de decisiones", entre otras.
El dispositivo operativo, además, se ha reforzado con 551 nuevas contrataciones distribuidas territorialmente. También se dispondrá de 36 medios aéreos, 11 de los cuales procedentes del Gobierno.
También ha hecho balance de la campaña del verano pasado y ha destacado que el incendio de la Ribera d'Ebre, en la Torre de l'Espanyol, fue el octavo más rápido del mundo en 2019, por delante de otros de Australia, Siberia o el Amazonas.
Jordà, por su parte, ha informado de que el año pasado, que fue "de los peores en cuanto a peligro" por la escasez de lluvia y las altas temperaturas, se registraron 233 incendios en Cataluña, que quemaron hasta 6.460 hectáreas. De estos, sólo 11 fueron de más de 10 hectáreas -el 4,7 %-, mientras que 23 fueron de entre una y 10 -el 9,9 %- y 199 afectaron a menos de una hectárea -el 85 %-.
Las zonas de Cataluña más afectadas fueron Lleida y las Terres de l'Ebre debido al incendio de la Torre de l'Espanyol -el más virulento que se ha producido en los últimos años-, pese a que las provincias de Barcelona y Girona sufrieron mayor cantidad de fuegos, con 56 y 62, respectivamente.
Del total de 233 incendios, ha apuntado Jordà, el 62 % fueron generados por actividades humanas, un porcentaje inferior a la media del 88 % de los últimos 15 años. El 22 % fue intencionado, el 21 % debido a un accidente y el 19 %, por negligencias.
Buch, además, ha señalado que durante la campaña forestal del año pasado los Bomberos de la Generalitat llevaron a cabo 21.383 servicios, de los que 2.243 fueron en fuegos de vegetación agrícola, urbana o forestal. Otros 3.286 servicios fueron de movilidad y 4.352, fueron salvamentos.
La consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, por otro lado, ha detallado algunas de las actuaciones que su Departamento realiza a lo largo del año para prevenir incendios en los bosques. Entre ellas está la construcción de infraestructuras forestales o las quemas controladas de vegetación, que esta temporada han sido 28 en 204 hectáreas. Estas, ha destacado Jordà, son "útiles para reducir el combustible, recuperar pastos y mantener la biodiversidad".
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