Antonio Martínez indicó que la profesora, Cecila E., decidió "sin el conocimiento del Ayuntamiento ni de los padres" y después "sin el consentimiento de los padres", quienes expresamente le hicieron llegar su malestar, representar una obra que, bajo su punto de vista, "no es apta para menores".

Según el alcalde, "si la hubieran hecho adultos no hubiera tenido que decir nada" al respecto, pero si los padres se quejan y la profesora "hace caso omiso" y esta protesta llega al Ayuntamiento, el equipo de Gobierno "asume su responsabilidad, mal que nos pese".

"Ella no es quien tiene que decidir unilateralmente qué interpretan nuestros hijos", sostuvo el primer edil, quien además añadió que "no es cierto que el texto lo hayan elegido los alumnos" de 14 años que estaban en los ensayos de la obra.

En este sentido, resaltó que la escuela de teatro "la hacen los alumnos, no los profesores" y si los padres no están de acuerdo con la obra "no hay alumnos" porque no les permitirían a sus hijos representarla.

De igual modo, detalló que la profesora "ha sido expedientada de empleo de forma cautelar, pero no de sueldo" y que además tiene "diez días para presentar alegaciones" por la apertura del expediente por "una falta grave". Así, según resaltó, "se le sancionará pero con la Ley por delante", según lo que contemple el convenio colectivo de los trabajadores municipales.

Todo ello, según dijo, "no es óbice para que ella actúe como considere oportuno" pero aseveró que de "lo que ha dicho, la única verdad es que es trabajadora de la Escuela Municipal de Teatro de Rojales".

Respecto a las declaraciones del autor sobre la obra, opinó que este "puede hacer con su dinero lo que quiera", pero el Ayuntamiento no puede sufragar algo que tiene "todo el rechazo de los padres". Aclaró así que "no hay ninguna censura a ningún escritor ni a ningún colectivo, venga de donde venga", sino que se intenta "proteger los derechos de los menores".

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