En un comunicado, el consistorio ha recordado que en las últimas semanas, los vecinos de los núcleos rurales han trasladado al ayuntamiento su preocupación por "la proliferación de actitudes poco respetuosas", bien desde el desconocimiento o bien desde una "falta de civismo" de quienes se han acercado a pasear por el entorno de Vitoria.

"Llevamos días haciendo un llamamiento a esas personas, pero hemos querido plasmarlo en un documento que se pueda distribuir por distintos puntos", ha explicado la concejala de Zona Rural, Miren Fernández de Landa.

El decálogo recomienda disfrutar del campo "desde el respeto a todas sus formas de vida" y utilizar los caminos, pistas y senderosbalizados disponibles. Además, recuerda que no se pueden usar vehículos a motor para desplazarse por ellos y que en los caminos de parcelaria, los vehículos agrícolas tienen la prioridad.

También pide que se respeten las huertas, cultivos y fincas y que no se pisen los cultivos. Asimismo, recuerda que la circulación de vehículos a motor por montes públicos está restringida a personal autorizado, en muchos casos.

NO SON PISCINAS

Además, advierte de que las balsas de riego no son piscinas y que el baño en ellas "puede entrañar peligro" para las personas, ya que son infraestructuras agrarias que no están diseñadas para el uso recreativo.

El servicio de Zona Rural hará llegar el documento a las 63 juntas administrativas de Vitoria y a federaciones deportivas para que a su vez puedan difundirlo "allá donde estimen necesario".

Asimismo, reforzará este llamamiento con una campaña de comunicación en los medios habituales del Ayuntamiento y anuncios en la radio. Además, el servicio se ha coordinado con Policía Local para reforzar la vigilancia.

"El campo nos ofrece todo lo que da, pero para disfrutarlo nos tenemos que acercar con respeto, siguiendo unas pautas mínimas. La mayoría de las personas que se acercan lo hace con conocimiento y se comporta. Son pocas las que ensucian, estropean cultivos o caminos o circulan por donde no deben y a velocidades inapropiadas, pero desgraciadamente sus efectos son más que visibles y en varios casos peligrosos para su seguridad y la de los demás", ha destacado Miren Fernández de Landa.