Pasamos mucho tiempo en el trabajo; en muchos casos, desgraciadamente, más que en casa con la familia y más que durmiendo. De modo que el centro de trabajo se convierte en el lugar donde más socializamos, aunque no podamos elegir a los compañeros.

Siendo así, en el trabajo pueden pasar, y pasan, muchas cosas. Las previstas son las relacionadas con nuestra labor profesional. Las imprevistas tienen que ver con la condición humana. Y así, resulta que un 15% de los trabajadores aseguran haber tenido sexo en el trabajo o la mitad dicen que han ido a trabajar con resaca.

Al menos es lo que asegura una encuesta realizada por Zety, una empresa orientada al mundo profesional y a la búsqueda de empleo. Han hablado con 1.000 trabajadores sobre los actos transgresores más comunes en los centros de trabajo. Es lo que han llamado los 7 pecados capitales en el trabajo.

Les han preguntado por todo lo que han visto o vivido en las oficinas, locales o factorías donde han trabajado. Desde compañeros que llegaron borrachos a otros que se han hecho fotocopias de sus partes íntimas, pasando por sexo en el trabajo o altercados físicos.

Lujuria

Cuando se preguntó a los participantes si alguna vez habían tenido sexo en el trabajo, el 15% de ellos confesaron haberlo hecho al menos una vez. Los hombres (18%) lo aseguran más que las mujeres (13%). El 17% de trabajadores dicen que se han masturbado en el trabajo (un 20% más entre los hombres). Y el 18% se ha hecho fotos eróticas en el trabajo al menos una vez.

Avaricia

Un 17% reconoce que al menos una vez habían pedido dinero prestado a algún compañero de trabajo, sin devolverlo después. Una cuarta parte de todos los millennials confesaron haberlo hecho al menos una vez, mientras que las generaciones más mayores tuvieron una tasa de respuesta más baja. También se roba. El 45% de los encuestados se ha llevado material de la empresa al menos una vez y sin devolverlo.

Envidia

¿Hasta qué punto sentimos envidia del éxito de otro colega? Impacta saber que un 7% reconoce haberse inventado una historia sobre algún compañero para que éste fuera despedido. Y más los novatos: un 20% de las personas que tienen entre uno y dos años de experiencia confiesan haberlo hecho al menos una vez.

Y además cotillas que asaltan la privacidad de los otros. Más del 30% han revisado los correos electrónicos, conversaciones o archivos personales de sus compañeros.

Ira

A veces las diferencias han llevado a las manos. El 16% dicen haber tenido un altercado físico en el trabajo al menos una vez. Los hombres, un 22%, por un 13% de las mujeres.

Orgullo

El 40% de los encuestados reconoce haber usado artículos personales de sus compañeros sin haber pedido permiso. Además, el 27% confiesa haberse comido el almuerzo de un compañero sin pedírselo. Los hombres cometen estos actos un 10% más que las mujeres y los millennials más que todos los demás grupos de edad (37%).

Gula

Cuando se preguntó a los participantes si alguna vez vieron a un compañero borracho en el puesto de trabajo, casi la mitad (48%) dijeron que sí. Y el número es aún mayor (51%) para aquellos vieron a alguien llegar a la oficina con resaca. Además, el 17% de los encuestados afirma haberse emborrachado en el trabajo. Los hombres lo hicieron con más frecuencia que las mujeres.

Pereza

El 29% de los participantes confesó no haber dejado el baño limpio después de usarlo. De nuevo, los hombres (38%), más que las mujeres (23%).