"No podemos trabajar" o "las personas que atendemos son importantes" eran algunas de las frases que gritaron ayer más de medio centenar de miembros de la Coordinadora de Asociaciones de lucha contra el Sida de la Comunidad Valenciana (Calcsicova) ante las puertas de la Conselleria de Economía y Hacienda en Valencia para reclamar cerca de 130.000 euros de subvenciones correspondiente al 2007, que les adeuda la Generalitat.

Durante la concentración, en la que uno de los miembros del colectivo iba vestido como el cobrador del frac y con dos maletines, se hicieron sonar pitos, sartenes y cacerolas y algunos de los participantes iban con sogas al cuello.

El presidente de Calcsicova, Ramón Espacio, explicó ayer que las diez organizaciones que forman parte de la coordinadora son "entidades pequeñas que deben pagar alquiler y a sus trabajadores" y algunas de ellas están "al borde de tener que cerrar sus puertas" si no reciben pronto la subvención.

El trabajo que realizan estas organizaciones se centra en al atención de personas afectadas por el VIH.