La exhumación de la segunda fosa común de la localidad de Calañas (Huelva), la cual se encontraba "bastante revuelta", posibilitó hoy el hallazgo de proyectiles y de pequeños huesos pertenecientes a los cinco cuerpos enterrados en ella en 1937. Ya el sábado se abrió una primera, a la que no le afecta la decisión de la Audiencia Nacional.

Así lo explicó el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Santiago Macías, quien aseguró que cuando en 1943 una familia de represaliado rescató los restos de uno de los allí enterrados -que podrían pertenecer al primer alcalde republicano en el Cerro del Andévalo, Agustín González- sacaron también a los demás, dejando tan sólo pequeños huesos.

En este sentido, Macías apuntó que están trabajando en la actualidad en esta segunda fosa, pero "no tienen esperanza de encontrar nada más". Indicó que en la primera de las fosas localizadas -en la que se hallaron diversos objetos como monedas, botones e incluso cristales de gafas- no han aparecido más cuerpos además de los tres ya encontrados, aunque los arqueólogos sospechan que en los próximos días podrían encontrarse hasta tres cuerpos más.

Tras las tareas de la exhumación, que finalizará el próximo miércoles, llevarán todos los restos a un laboratorio para estudiar las patologías y las causas de las muertes e intentar reconocerlos, aunque afirmó que "lo más probable es que los familiares lleguen a un acuerdo para enterrarlos juntos".

Durante todo el día de ayer acudieron a las obras de exhumación numerosos vecinos y familiares de represaliados, entre ellos un agente de la Guardia Civil retirado que pertenecía a la CNT. Además, ha estado un equipo de la televisión alemana ARD, que prepara un documental sobre la exhumación en relación con el sumario abierto por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, para juzgar los crímenes de la dictadura de Franco.

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