Llegaban así a su punto más intenso las fiestas de la Virgen de la Paloma, que fue descendida por el Piquete de Gala de los Bomberos entre voces de "guapa, guapa", aplausos y vítores del numeroso público congregado en la iglesia y a sus puertas, tanto las de la calle Isabel Tintero como las que dan a la calle de Toledo.

La vinculación de los bomberos a la imagen de La Paloma parte desde hace casi un siglo, cuando varios feligreses pidieron ayuda a los efectivos de este cuerpo municipal, que hacían maniobras cerca de la carrera de San Francisco, para bajar el cuadro de La Paloma y llevarlo en procesión.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, presente en la celebración, se acercó como un devoto más a besar el lienzo -que está protegido por un cristal- que salío por la tarde en una procesión en la que participó, junto al regidor, el vicepresidente segundo de la Comunidad, y consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada.

En el acto estuvieron presentes también la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, así como concejales de Gobierno y el presidente de la Junta Municipal de Centro, Luis Asúa, entre otros cargos municipales.

Las celebraciones, que comenzaron a las diez de la mañana con la ofrenda floral a la Virgen de la Paloma, continuaron por la tarde con procesión por la Gran Vía de San Francisco, Puerta de Toledo, calle Toledo, Plaza de la Cebada, Carrera de San Francisco, Puerta de Moros, Carrera de San Francisco y calle Calatrava.

La festividad concluyó ya entrada la noche, con la entrega de Palomas de la Hermandad de Bomberos dedicada a la virgen, premios que este año recibieron el Club Deportivo Getafe, la viuda del ordenanza Andrés Lera, el médico del cuerpo de bomberos, Ángel Zurbano Sastre, y la secretaria de la parroquia en la que se aloja la cofradía, Isabel Martín, según informaron fuentes municipales.