María Rosa R.C., residente en Jaén, ingresó el domingo mismo en prisión tras prestar durante toda la mañana declaración ante el juez, que ha decretado el secreto de sumario del caso, según han confirmado fuentes cercanas a la investigación.

La mujer había confesado a los agentes de la Policía Nacional que la detuvieron que había actuado con afán de vengarse de su padrastro, Andrés V.C., de 80 años, después de que su hija, de 30 años, le confesara unos días antes que cuando tenía tan sólo 5 años había sido víctima de abusos por parte de su abuelo.

Tras esta revelación, la mujer aseguró que se estaba volviendo "loca de pena" y que sólo podía pensar en acabar con la vida de su padrastro.

Los hechos sucedieron el sábado por la mañana, cuando María Rosa R.C., que vivía desde hacía tiempo fuera de Cataluña, presuntamente acudió a la casa de su padrastro en una urbanización de Rubí y prendió fuego a la vivienda con el anciano en su interior, después de rociarla con gasolina.

El hombre falleció la noche del sábado en el Hospital Valle de Hebrón de Barcelona, donde ingresó en la unidad de quemados en estado grave, con quemaduras de tercer grado en la práctica totalidad de su cuerpo.

María Rosa R.C., que fue detenida en las inmediaciones de la vivienda, confesó el mismo día del crimen que lo había rociado con gasolina para vengarse por unos hechos que presuntamente ocurrieron 25 años atrás.