El jurado le había acusado por el asesinato. Ahora el tribunal dicta sentencia.

Juan Antonio y Anabel habían vivido juntos, pero rompieron la relación. Sin embargo, se seguían viendo. De hecho, el día que ocurrieron los hechos habían estado juntos por varias cafeterías de Avilés.

Hacia las diez y media de la noche se trasladaron a un lugar despoblado, lejos de toda zona urbana y carente de iluminación, conocido como el Alto de La Degollada, donde Juan Antonio golpeó con un objeto contundente varias veces a Ana Isabel, lo que provocó su muerte.

Luego arrastró el cuerpo por los pies, lo dejó entre la maleza y se fue sin cerciorarse de si vivía o estaba muerta.

La sentencia condena a Juan Antonio a dicha pena por delito de asesinato con las agravantes de parentesco y aprovechamiento de las circunstancias de lugar y le impone el pago de una indemnización de 200.000 a una hija menor y otra de 150.000 euros a la madre y hermanos.

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