Llega el Orgull Boig, el movimiento para romper con el silencio y el estigma sobre los problemas de salud mental

  • Este año el encuentro es virtual y se hará este domingo (18 horas) desde la cuenta de Instagram @orgullboig.
  • "Ya va siendo hora de que hablemos nosotras mismas", comenta una de las organizadoras de la jornada de concienciación contra los prejuicios que rodean a la salud mental. 
Manifestación del Día del Orgullo Loco - Orgull Boig en Barcelona en 2018
Manifestación del Dia de l'Orgull Boig en Barcelona en 2018.
Xavi Almirall
Manifestación del Día del Orgullo Loco - Orgull Boig en Barcelona en 2018

"Queríamos recuperar la voz porque históricamente se ha hablado mucho por nosotras, pero ya va siendo hora de que hablemos nosotras mismas". Lo dice Maria Aran, una de las organizadoras del Dia de l'Orgull Boig en Cataluña. Este año, debido a las circunstancias, el encuentro será virtual. Se hará este domingo día 24 de mayo a partir de las 18 horas a través del canal de Instagram @orgullboig. El Orgull Boig es una manifestación, este año telemática, y un movimiento social auspiciado por diferentes colectivos de salud mental como Obertament o ActivaMent. Barcelona ha sido testigo de algunas de estas marchas en años anteriores.

El lema de esta edición se clava en los ojos como una mezcla de acidez y fuerza: 'Ni culpa ni vergonya: orgull' (Ni culpa ni verguenza: orgullo). "Para mi el Orgullo Loco es un día de reivindicación y de explicar que no tenemos ninguna culpa y tampoco tenemos que sentir vergüenza. La sociedad, históricamente, nos ha avergonzado. Hay muchos prejuicios de violencia, sobre la maternidad, de que no podemos decidir lo que tenemos que hacer con nuestra vida...", comenta Mònica Civill, participante del Orgull Boig.

"Si la gente conociese nuestra historia, vería que somos personas fuertes y con mucha capacidad de sobrepasar los obstáculos", reflexiona David García, que desde hace años ofrece su voz y su experiencia en iniciativas como Obertament, para visibilizar los problemas de salud mental. 

También Jose Serena lo respalda: "El loco está estigmatizado. El loco es visto por el cine como peligroso. Si alguien lee la palabra 'psicosis', ve la imagen del cuchillo y la ducha. Si alguien lee 'maniaco depresivo', se imagina el muñeco diabólico... Pero no es así".

"El loco está estigmatizado. El loco es visto por el cine como peligroso. Si alguien lee la palabra 'psicosis', ve la imagen del cuchillo y la ducha. Si alguien lee 'maniaco depresivo', se imagina el muñeco diabólico... Pero no es así" (Jose Serena)

Este domingo, a partir de las 18 horas, habrá música, poesía, entrevistas y la lectura del pregón. Una jornada que se vive por tercer año consecutivo con numerosos invitados que gritan al mismo tiempo por sus derechos.

"¿Por qué ni culpa ni vergüenza? Porque muchas veces las personas que pasamos por un problema de salud mental, sentimos que tenemos algo de culpa. A veces tienes mucha vergüenza de cosas que has hecho, que has dicho, que has pensado en momentos de crisis. Estamos orgullosos porque cuando pasamos por momentos difíciles, te sirve para conocerse mejor a uno mismo. Es un crecimiento interesantísimo que podemos aportar a la sociedad", dice Maria.

La múltiple opresión que viven las mujeres

En el manifiesto de este año, se refleja la realidad de muchas mujeres, que además de las opresiones ya sufridas de forma histórica, suman otra: el hecho de tener un problema de salud mental. "Sufro varias opresiones: por el hecho de ser mujer, por el hecho de estar casada con una mujer y por el hecho de tener un problema de salud mental", explica Mònica.

"Sufro varias opresiones: por el hecho de ser mujer, por el hecho de estar casada con una mujer y por el hecho de tener un problema de salud mental" (Mònica)

Dudar de sus capacidades como enfermas mentales y futuras madres

El ejercicio de la maternidad en libertad, como decisión sobre el propio cuerpo y la vida de ellas, se somete a juicios de valor constantes, por parte de una sociedad que duda sistemáticamente de las capacidades que tienen para ser madre. "Cuando decidí ser madre, quien menos me apoyó al principio fue mi familia, por el estigma. Me comentaban si no 'tendría suficiente' conmigo misma o me recalcaban que tenía mucho más riesgo de tener una depresión post-parto. Es cierto, pero era mi decisión", continúa Mònica. 

Y detalla: "Mi psiquiatra, en cambio, me ayudó en todo. Me decía que para él era un orgullo acompañarnos en el proceso de ser madre. Finalmente, tras intentar bajar la dosis de medicación que tomaba para comenzar con el embarazo, caí en una depresión y dejé a un lado el proceso". En asociaciones como ActivaMent, hay Grupos de Ayuda Mutua (GAM) en el que las participantes son solo mujeres.

"Muchas compañeras activistas explican que los psiquiatras les han comentado que no fueran madres" (Maria)

"Hay muchas compañeras activistas que explican que los psiquiatras les han comentado que no fueran madres. Hay gente que en momentos muy vulnerables sigue el consejo del especialista. Tienes que estar más recuperada para decir 'oye, que esta decisión me pertenece a mi'", puntualiza Maria. 

Ella misma vivió ese juicio de valor, cuando al salir de un curso para cuidar a personas con esquizofrenia, una señora le comentó: "Oye, no se te ocurrirá ser madre, ¿no?". "Debía pensar esta persona que yo no era apta para cuidar, que no sería una buena madre. Yo lo que pensaba era que si mi criatura hereda mi trastorno, caería en una muy buena familia. Yo llevo muchos años estable y conozco perfectamente los primeros síntomas".

No solo la maternidad es un problema para ellas, sino también la práctica de esterilizaciones o abortos sin su consentimiento, o sin contar con su plena decisión. Hace dos años, la Confederación Salud Mental España y la Fundación CERMI Mujeres (FCM) denunciaban públicamente que, aunque la esterilización forzosa acompañada de una incapacitación jurídica fuese legal en España, consideraban que "viola normas internacionales como la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer o la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas".

Protección contra el trato degradante

Otro de los focos está en la contención. Entre las peticiones se incluye 'la protección contra la tortura y los tratos crueles y degradantes, tanto psíquicos como físicos; es decir: cero contenciones, cero aislamientos, cero ingresos involuntarios, cero imposiciones, cero sobre medicación, cero abortos involuntarios y cero esterilizaciones'.

Aunque para muchos resulte difícil de creer, las personas con problemas de salud mental explican que en algunas ocasiones, durante los ingresos, pasan por ser atados o medicados involuntariamente. "Te sientes muy impotente, muy indefensa y muy frustrada", apunta Maria. "He tenido momentos realmente difíciles en mi vida, pero creo que pocos superan a cuando te atan. Además te dicen que es para protegerte a ti, pero parece que es, simplemente, una forma de someterte".

Mònica añade: "Hace ya tiempo que estamos pidiendo contención cero. La ONU y la OMS dicen que no es nada terapéutico. También que no haya aislamientos ni ingresos involuntarios, tampoco abortos ni esterilizaciones".

La medicación es otro de los puntos clave, aunque con diferencia de opiniones al respeto. Jose es claro: "La medicación es droga y engancha. Si tu no accedes a medicarte, no tienes acceso a recursos como el trabajador social, o un terapeuta. Si tu dices que no quieres medicarte, esa decisión sí que la aceptan pero no tienes derechos". 

"La medicación es droga y engancha. 
Si tu no accedes a medicarte, no tienes acceso a recursos como el trabajador social, o un terapeuta. Si tu dices que no quieres medicarte, esa decisión sí que la aceptan pero no tienes derechos" (Jose) 

"Cuando tú vas al psiquiatra. Lo ideal sería tener un diálogo con el psiquiatra, conocer los efectos secundarios. En un momento determinado de mi vida la medicación me afectaba a la concentración, a la libido, eso hay que saberlo...", añade Mònica. "Hay gente que defiende a raja tabla la medicación; otros pensamos que puede ser un parche en un momento de crisis", concluye Maria.

El mundo laboral: el gran tabú

David es contundente: "Si un profesional con formación no te respeta y te impone cosas, si tus familiares te critican o te reprochan... Imagínate otra gente. Cuando sale un testimonio que dice que en la empresa lo saben todos y le respetan, es la excepción. En 10 años todo esto tendría que estar mucho más normalizado. Si antes el 25% de las personas sufrirían un problema de salud mental, tras esta crisis creo que subirá al 30-35%. Los que podemos aportar algo somos los que lo hemos vivido. Podemos ayudar".

"En el ámbito laboral nos queda mucho trabajo por hacer, porque le prejuicio de que seremos muy incompetentes sigue ahí" (David)

"En el ámbito laboral nos queda mucho trabajo por hacer, porque le prejuicio de que seremos muy incompetentes sigue ahí. Te limitan la carrera profesional", detalla Maria. Jose está en sintonía con ellos: "La situación es que va a haber muchos despidos. Por ejemplo, en las compañías aéreas. El confinamiento es un problema, pero es peor que suban los alquileres... Esto sí que deteriora mentalmente. El confinamiento fastidia, pero te acostumbras, pero lo que viene detrás va a provocar mucho sufrimiento".

Concienciación social

"Siempre el concepto de locura va vinculado a la peligrosidad, a ser negativo... Es coger un término y darle la vuelta. También queremos normalizar esta parte de locura. Todo el mundo tenemos salud mental. Una de cada cuatro personas seremos diagnosticados con un problema de salud mental. Todo el mundo tendrá a alguien cercano con problemas de salud mental. Este tema tiene que dejar de ser un tabú", añade Maria.

Mónica comenta: "Muchas personas tienen mucha ansiedad, malestar, depresión. Hay que abordarlo desde la adolescencia. Por ejemplo, el suicidio. Hay que comentarlo sin hacer del suicidio una forma romántica. Sobre todo que se escuche nuestra voz, que desde siempre hemos estado invalidados como si nuestra voz no contase para nada".

"Tenemos un standard de normalidad que es mucho más rígido que antes, como cortado por unos patrones que cada vez tienen más normas" (Maria)

"Entre la adolescencia y los 20 años hay muchísimos diagnósticos. Cada vez se diagnostican antes las cosas. Los que antes simplemente eran niños traviesos, que les costaba concentrarse, ahora se les pone una etiqueta y se les medica. Tenemos un standard de normalidad que es mucho más rígido que antes, como cortado por unos patrones que cada vez tienen más normas", reflexiona Maria. Recalca la importancia del movimiento asociativo y de las acciones de concienciación que se realizan.

David, como participante de Obertament, hace la labor de dar voz, delante de otras muchas personas, al relato de su vida: "Estas cosas se le dicen a los mismos profesionales a la cara. A algunos, se les está diciendo: 'oye, replantéate un poquito cómo trabajas' y también a los que estudian, a los que vendrán después".

Mònica concluye la conversación con una frase que le gusta mucho: “se nos vende que tenemos desequilibrios químicos, y lo que hay que ver es cómo abordar los equilibrios de poder”. Escuchándola parece que algo se conecta en el cerebro, descubriendo la realidad de lo que es vivir en nuestra sociedad con un problema de salud mental. Puede que la clave sea precisamente eso: escuchar, para conocer que su lucha es, en resumen, una lucha por los derechos que les pertenecen.

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