Un total de 292.900 gallegos sufren alguna discapacidad. Así lo revela un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), que analiza la autonomía personal y las situaciones de dependencia. Según este informe, el 11,29% de los gallegos de más de seis años sufren alguna minusvalía, lo que sitúa a Galicia a la cabeza de España. Sólo en las ciudades de Ceuta y Melilla se supera (y poco) este porcentaje (11,32 y 11,86%, respectivamente).

Esto supone que en uno de cada cuatro hogares gallegos (es decir, en 243.400) viva una persona con discapacidad. En 4.600 casos la situación es crítica al haber tres o más residentes con sus capacidades mermadas. En otros 43.300 hay dos.

La mayoría de los afectados tiene problemas de movilidad, que afectan a más de 200.000 gallegos, es decir, al 70% de los discapacitados. Y seis de cada diez minusválidos ni pueden asumir su cuidado personal ni las tareas del hogar.

Las ayudas

Pese a ello, la ayuda a los discapacitados no llega a todos. Uno de cada cuatro (77.900) no cuenta con ningún apoyo externo, ni de personas ni de aparatos. Para mejorar la cobertura de las personas que necesitan ayuda para su vida cotidiana el Gobierno creó la Ley de Dependencia, que comenzó a aplicarse en verano de 2007.

En poco más de un año, la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar recibió 51.426 solicitudes. Valoradas ya 47.089 personas (para decidir si precisa ayuda o no), se reconoció que 29.275 tenían derecho al Servicio de Atención a la Dependencia. Eso sí, por ahora, sólo 12.000 cuentan ya con alguna prestación oficial.

Perfil del dependiente