Las prisiones de Albolote (Granada), Algeciras (Cádiz), Córdoba y Huelva superan los 1.600 internos pese a estar diseñadas para albergar a 1.008, mientras que los centros de Almería, Jaén, Málaga, Puerto II y Sevilla están acogiendo al doble de los presos para la que fueron planificadas.

Además, el CSI-CSIF denunció que el número de personal laboral y funcionariado de estos centros está "obsoleto". Estas relaciones de trabajo comprenden empleados de distintas áreas tales como tratamiento, seguridad, sanitaria, de oficinas y de mantenimiento.

Para el sindicato, la situación de sobreocupación no está motivada por hechos concretos como la operación policial Nilo (desarrollada en Málaga), sino que ocasiona importantes sobrecargas de trabajo en los centros, lo que provoca la aparición de "incidentes, aumenta las agresiones, los desórdenes y los plantes colectivos".

Ante este panorama señalaron que "hoy más que nunca se está lejos de alcanzar los objetivos de recaudación y reinserción que tiene Instituciones Penitenciarias".

CSI-CSIF consideró que los 54 hombres y diez mujeres que tomaron posesión como funcionarios interinos del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias "no representa ningún aumento en cuanto a las dotaciones de los centros".