La delegación de Cultura ha tomado esta decisión tras mantener varias conversaciones con los participantes. Como ya se anunciara, el consistorio emeritense prepara un calendario de eventos que no se solapen y que favorezcan al comercio y a la hostelería local una vez que se vaya retomando la actividad tras el cese motivado por el estado de alarma declarado para frenar el coronavirus.

De esta manera, y siempre siguiendo las directrices que marquen las autoridades sanitarias, la Feria del Libro se celebrará con "un formato diferente, más reducido e íntimo que permita poner en valor el mundo del libro y el sector", señalan desde el ayuntamiento.

Será una feria "novedosa" con este formato y en un enclave distinto, para lo que se estudiarán ubicaciones relacionadas con el patrimonio monumental de la ciudad.