20 años de ‘Gran Hermano’: el formato que cambió la televisión y "debería volver"

Mercedes Milá le entrega el maletín de ganador a Ismael Beiro
Mercedes Milá le entrega el maletín de ganador a Ismael Beiro
MEDIASET
Mercedes Milá le entrega el maletín de ganador a Ismael Beiro

A Mercedes Milá la llamada le pilló por sorpresa, pero el contenido de la misma no. Hace poco más de 20 años una mujer le telefoneó para proponerle presentar un formato llamado Gran Hermano, pensando que "Mercedes Milá, presentadora y que hacía entrevistas le iba a mandar a la mierda como la habían mandado todos a los que había llamado antes, porque yo creo que a mí me llamaron in extremis", tal como rememora la propia Milá. Apenas un mes después comenzaba la vida en directo.

Hoy se cumplen 20 años del inicio de Gran Hermano en Telecinco, el primer día del primer reality show en España, un formato que cambiaría la televisión para siempre. Y no: nunca pretendió ser un experimento sociológico. "Eso fue una expresión mía en directo, sin pensarlo dos veces ...jamás pensé que eso sería tan verdad", expone la que fue presentadora del formato de Zeppelin (Endemol Shine Iberia) durante 16 años.

Milá ya conocía el formato, pues estaba siguiendo su desarrollo en Holanda, donde surgió.

Pero era nuevo para casi todos. "Te sentías como que ibas a una misión especial… mi padre me preguntó: ¿Tú no te irás a una secta, no?", recuerda el ganador de aquella primera edición, Ismael Beiro.

Diez concursantes (acabaron siendo 14), una casa, cámaras por todos lados, grabación 24 horas al día y ¡Boom!: 7.733.000 espectadores y un 51,2% de cuota de pantalla siguieron de media las 16 emisiones de GH 1.

En Gran Hermano no hay un guión. Es imprevisible más allá de las normas que el formato plantea. Y a veces, ni eso, como pasó en aquella primera edición. 

"Aquel pacto que idee de nominarnos entre todos no se lo esperaban. Es un formato muy vivo en el que no sabes lo que va a suceder", recalca aquel primer ganador, que se llevó 20 millones de pesetas, unos 120.000 euros al cambio. Ahora el premio es de 300.000 euros para los anónimos. Eso sí, hacienda sigue llevándose entre el 40 y el 50% sumando todos los gravámenes. 

"En el quinto o el sexto casting, en el examen psicológico, ya nos advertían que podíamos llegar a ser famosos y que la gente nos pararía por la calle… pero no nos hicimos a la idea. Ni te lo crees. Y cuando sales es un shock, durante un tiempo te tienes que mirar al espejo todos los días para decir ‘este soy yo, igual de pequeño y de feo’, aunque la gente llore cuando te ve", cuenta Iván Armesto, finalista de GH 1. 

Desde entonces, más de 1.000.000 de personas se han presentado al casting de sus diferentes ediciones. Y es que no han sido pocas: 28 ediciones producidas en España, 10 de ellas protagonizadas por concursantes famosos: GH, 18 ediciones; GH VIP, 7 ediciones; GH: El Reencuentro, 2 ediciones; y GH DÚO, 1 edición.

480 habitantes han convivido en la casa más famosa de la televisión en estos 20 años, pero sus vidas dentro de la casa (primero en Soto del Real y después en Guadalix de la sierra) han ido cambiando mucho. En primer lugar, por la duración. La media podría estar en unos 90 días, pero el récord es de 144 días, casi 5 meses, lo que duró GH 12, la edición más larga.

"Ahora hay mucha información del exterior y nosotros no teníamos ninguna. Eso les hace cambiar, les desnaturaliza el concurso", dice Armesto de los concursantes de hoy en día. También "ha cambiado la sociedad y en aquel entonces teníamos discusiones pero las arreglábamos con bastante educación. Ahora se arreglan con menos educación, pero porque la sociedad también es menos educada", opina Iván.

¿Eran más naturales, más auténticos los primeros concursantes? "No del todo… yo siempre digo que las primeras semanas en la casa fueron como la primera vez que vas a casa de los padres de tu novia. Sabías que tu familia te veía. Empiezas a ser natural al cabo de unos días. Pero, sí, teníamos una inocencia televisiva que no existe ahora". Incluso así, "después de dos semanas todo el mundo es natural".

"Si volvieran a emitir la primera edición de Gran Hermano mucha gente lo vería, porque hacen falta risas, no sólo bronca", aporta Ania Iglesias, la tercera finalista. "Teníamos nuestras rencillas y había edredoning, pero no se le daba tanto bombo", valora.

La motivación para entrar a Guadalix es muy diferente de unos concursantes a otros, aunque fue la primera "remesa de habitantes, porque nosotros sí que fuimos a habitar y no a concursar, la que más suerte hemos tenido en cualquier reality de este país, porque nunca había habido un reality antes y ninguno sabía lo que había". 

Ania tiene claro que entrar a "vivir la experiencia", sólo es para unos pocos. "Mi motivación era la popularidad, no la experiencia, porque para eso me iba con unos amigos a la montaña, yo perseguía la popularidad y la repercusión económica y laboral que pudiera tener", dice sin complejos.

No le gusta eso que Mercedes Milá siempre dice de que entrar allí es de ser unos valientes. "Fuimos unos atrevidos, unos locos, unos simpáticos… pero valientes… tampoco fuimos a una guerra, fuimos a un paraíso de la televisión donde me pagaban por ser yo y no hacer nada. Menudo chollo", rememora divertida.

Y en Gran Hermano hay broncas, pero también hay amor. ¿Son reales las relaciones dentro de la casa? Un dato: 55 parejas se han formado en sus distintas ediciones, de las que han nacido 12 hijos muy reales. 480 habitantes han convivido en la casa en estos 20 años. 

Gran Hermano es un formato que no se ha quedado obsoleto. "Ha sabido adaptarse a todo. No olvidemos que en los últimos 20 años ha habido un cambio tecnológico brutal donde los jóvenes ya no necesitan la televisión para vivir, sólo su móvil o tablet. Y GH supo descubrir que había este cambio y adaptarse a él. La gente tiende a comparar GH 1 con los últimos y no tienen nada que ver uno con otro", pone de manifiesto Ismael

La historia de estos 20 años de Gran Hermano es también la historia de sus presentadores. Con Mercedes Milá a la cabeza, considerada por muchos fans acérrimos como parte del propio formato. Le tomó el relevo Jorge Javier Vázquez hace pocos años. 

Pero muchos otros presentadores han pasado por el formato, ya fuera como copresentadores, presentadores en Honduras, conductores de los debates o de los resúmenes. Pepe Navarro, condujo una edición y también han pasado por Gran Hermano Jesús Vázquez, Jordi González, Fernando Acaso, Paula Vázquez, Jorge Fernández, Frank Blanco, Christian Gálvez, Lara Álvarez, Carlos Sobera, Carolina Ferre, Óscar Martínez, Lucía Riaño, Lorena Castell, Sandra Barneda y Raquel Sánchez-Silva.

Los cuatro citados coinciden en una cosa: Gran Hermano debe volver. 

Ahora se abre ante gran hermano su prueba más complicada en sus dos décadas, en las que soportó la competencia, la fragmentación de las audiencias y la llegada de las nuevas pantallas. La última edición VIP fue boicoteada como protesta por la supuesta violación dentro de la casa a Carlota Prado por parte su pareja en el concurso, José María López. Eso produjo una retirada parcial de anunciantes y un fin precipitado de la última edición VIP del concurso. 

Ismael Beiro opina que aquello no fue culpa de la organización. "Claro que debería de volver. Recordemos que en la edición dos cuando Carlos Navarro sal que se le apellidó el Yoyas, cuando dijo lo de “le voy a meter dos Yoyas”, ya entonces se le sancionó con la expulisón". Ha habido muchas más por conductas violentas o impropias, como arrojar vasos de agua o hacer chistes sobre ETA. 

"Ellos no permiten que haya comportamientos violentos, ni ofensivos dentro de la casa. Zeppelin son los primeros que se encargan de expulsarlos, por encima de las audiencias, por encima del dinero, por encima de Mediaset… saben que lo primero es apartarlo de la casa y ponerlo en manos de la justicia llegado el caso. Y así lo hizo Zeppelin, que no obró mal en ningún momento, todo lo contrario, lo primero que hicieron fue ponerlo en manos de la justicia y que ellos decidieran la medida que había que tomar", argumenta Beiro.

"El que decidirá es el público y creo que el público fiel está deseando que vuelva. No sé si una edición de famosos o de anónimos, pero la gente quiere que vuelva. Es un programa que si lleva 20 años por algo es", opina Iván, porque "Gran Hermano puede dar un gran ejemplo de lo que se debe hacer y de lo que no se debe hacer". 

"Ya lo dije nada más empezar el programa: esto es como mirar por el ojo de la cerradura y nos sigue gustando hacer eso", apostilla Mercedes Milá.

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