Parece mentira que una película pueda elaborarse sin guión y basada principalmente en la improvisación, pero así es como nació Los Reyes Magos, el trabajo que el director Mika Kaurismaki presenta a concurso en la Sección Oficial. "Surgió de un encuentro casual con los tres actores", aseguró el cineasta.

El largometraje se plantea como una conversación de amigos en la que los temas vienen y van y las divagaciones suelen estar presentes, aunque en esta ocasión mucho más complicadas puesto que sus protagonistas hablan en finlandés y los subtítulos, en algunas proyecciones, no iban acompasados.

"Los actores crearon sus propios personajes y el rodaje fue muy diferente a lo habitual porque ninguno de ellos conocía la realidad de los otros. Sólo sabía qué le pasaba a su personaje pero descubría todo lo demás sobre la marcha", afirmó el cineasta.

Eso, según él mismo y uno de los protagonistas, Kari Heiskamen, les dio "mucha más libertad creativa" y les permitió ahorrarse el tiempo que supone elaborar un guión y tener una financiación mucho más ajustada.

Una casa con un matrimonio discutiendo sobre cómo celebrar la Nochebuena es el punto de partida de este argumento que nace como tres historias diferentes, las de cada uno de sus protagonistas, y se termina uniendo en una sola cuando se encuentran de casualidad en el hospital.

Uno de ellos acaba de ser padre, de una hija que biológicamente no es suya sino fruto de una infidelidad, otro acaba de descubrir que su ex mujer se ha suicidado y su hijo le odia y el tercero tiene una enfermedad terminal y unos hijos con los que nunca está.

Tres tragedias que poco a poco se irán descubriendo en una Nochebuena totalmente atípica que los protagonistas pasan bebiendo en un karaoke. "Narramos momentos bastante crudos, pero también intentamos que haya otros divertidos", finalizaron actor y director.

En su presentación en el festival, Los Reyes Magos no consiguió un apoyo mayoritario del grupo, más bien una ausencia de pataleos y aplausos.

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