Hay quien prefiere ponerse a tono con el fitness que está realizando Cesc Escolá, que ha pasado de la Academia de Operación Triunfo a conseguir que haga ejercicio media España (entre ella, su abuela de 91 años) y quien prefiere seguir su propio ritmo y dedicarse por entero al yoga.

En este último grupo alguien que está consiguiendo un buen número de seguidores y de seguidoras (actualmente tiene algo más de 403.000 en Instagram) está siendo la modelo Vanesa Lorenzo, quien no solo está triunfando por su savoir faire en la esterilla.

La barcelonesa, de 43 años, está siguiendo sus propios consejos del libro Yoga, un estilo de vida: 5 pasos para el completo bienestar y a muchos de sus fans les está viniendo genial para esta cuarentena las sesiones que está autograbándose.

"Recomiendo que exploréis esta filosofía que tanto nos puede ayudar en estos momentos tan complejos que estamos viviendo. En la inmediatez es mucho más difícil que la conciencia y el cuidado por las cosas tomen fuerza. Quizá este parón nos ayude a replantear qué velocidad queremos retomar cuando volvamos a la normalidad", expone la esposa de Carles Puyol.

Pero lo que no se esperaba Lorenzo era que tampoco pasaran desapercibidos sus leggins, dada la enorme cantidad de ellos que tiene y los diferentes colores, tonalidades, estilos y combinaciones con sus tops deportivos que hace y que han llamado la atención hasta de la prensa, como en Vanitatis.

La prenda parece ser su favorita y aunque tiene, obviamente, el clásico y muy socorrido en tono negro, también tiene esas mismas (y tan típicas que hay a quien le da algo de pudor ponérselas cuando sale en público al gimnasio) en tonos grises.

También posee la modelo, que ha aparecido en revistas como Vogue, ELLE, Cosmopolitan o Glamour y sabe perfectamente de esto, el look salvaje, con estampado animal de leopardo, que viene genial para ciertas posturas del yoga que dan la sensación de estar en plena naturaleza.

Aunque también le puede dar un toque más callejero y pintarlo de azul camuflaje al completo, que también tiene otro en azul oscuro lapislázuli con el que hacer el pino y parecer una estalagmita.

El lado más pop también se puede sacar a través de la conjunción de colores insospechados, como el verde fosforito, que ella utiliza con un top corto para resaltar su figura.

También se han hecho muy deseado el tono psicodélico que usa en algunas de sus prendas, a veces tirando por una rama de barras, líneas y vectores y, en otras ocasiones, por el chilling new age, un modelo tie-dye (el proceso de teñidos y nudos) muy de moda en estos tiempos.