Tienen miedo. Y están indignados. Se sienten abandonados. Les duele que todos las promesas que les hicieron en época electoral estén ya olvidadas. Los vecinos de Madre de Dios están hartos de estar rodeados de inseguridad, de suciedad, de decadencia, de desperfectos...

Incluso empiezan a pensar que «al Ayuntamiento de Sevilla le vendría muy bien que el barrio se cayese a pedazos. Unos pisos de lujo en una zona tan cercana a Nervión costarían una millonada».

Las quejas son innumerables en un barrio en el que pueden vivir «más de 7.000 personas». La movida es una de ellas. Los vecinos aseguran que cada noche en diferentes zonas grupos de jóvenes comparten «cigarrillos y litronas con la música a todo volumen» hasta altas horas de la madrugada. «Resulta imposible dormir y aquí hay mucha gente trabajadora que luego tiene que levantarse temprano».

20 minutos recorrió las calles del barrio para hablar con los vecinos y comprobó que hay miedo «porque no sabes lo que cuatro chavalitos pueden llegar a hacerte». Por ello, reclaman más presencia policial porque «aquí la Policía Local ni aparece y la Nacional sólo viene cuando la llamamos los vecinos. Y entonces es porque ya ha ocurrido alguna desgracia».

Les duele el abandono municipal: «El alcalde sólo viene cuando necesita nuestros votos y al delegado del distrito, Fran Fernández, no viene nunca por aquí. Esto está dejado, nunca mejor dicho, de la mano de Dios».

Baches, aceras en mal estado, suciedad por todas partes, alcorques vacíos, árboles podridos que se convierten en un peligro para los transeúntes, ratas y cucarachas... «Ésta es buena parte de la realidad de esta barriada», confiesa Eduardo Muñoz, presidente de la Asociación de Vecinos Constelaciones.

Los vecinos no descartan llevar a cabo movilizaciones para «hacerle ver al alcalde que nosotros también somos Sevilla. Que tiene que mirar más hacia los barrios, muchos de ellos abandonados».

Un contrato firmado

Un programa contrato firmado por el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín con la Asociación Constelaciones recoge que el compromiso de «intervención en las fachadas y cornisas de los pisos de la barriada Madre de Dios, la poda del arbolado y reposición de los que faltan, mejora del alumbrado, vallado de la caseta de Endesa, reposición de acerados, ubicación de talleres en el Centro Social...» Promesas todas incumplidas, según los vecinos.

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