La jefa de prensa de Donald Trump, Stephanie Grisham, dejará su puesto para sumarse al equipo de la primera dama, Melania Trump, en el que actuará como jefa de personal y portavoz, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado.

Lo cierto es que no será la primera vez que Grisham trabaje para Melania. De hecho, antes de ser fichada por Trump para el cargo en junio del año pasado ya trabajó para la primera dama como directora de comunicación.

"Ella ha sido un pilar y una verdadera líder en la Administración desde incluso antes del primer día y sé que sobresaldrá como jefa de personal", ha expresado Melania Trump en el comunicado. Grisham ocupará un puesto que había quedado vacante tras la renuncia de su anterior responsable el lunes para pasar más tiempo con su familia.

Todavía se desconoce quien ocupará el cargo que deja libre Grisham en la jefatura de prensa. Grisham es la tercera persona que ocupa este puesto después de que Donald Trump tomara posesión del cargo en enero de 2017. 

Otras dos personas ocuparon el puesto antes que ella, Sean Spicer, que duró seis meses en el cargo y acabó dimitiendo por discrepancias con la estrategia de comunicación del presidente y Sarah Sanders, que ejerció desde entonces y hasta abandonar en junio de 2019.

El legado de Grisham quedará marcado por su ausencia total y absoluta de cualquier tipo de rueda de prensa en sus más de 200 días al frente. Como explica el medio especializado en política estadounidense The Hill,  Grisham se ha dejado ver en bastantes ocasiones por la cadena Fox (la favorita de Trump) donde justificó esta anomalía en que el presidente es muy accesible y que los reporteros utilizan las ruedas de prensa como un "teatro" para impulsar sus perfiles.