Tras meses de batalla, la princesa Carolina de Mónaco se ha salido con la suya y ha logrado propinar a la prensa del corazón un buen bofetón judicial.

El Tribunal Supremo alemán ha manifestado su apoyo a la mayor de los Grimaldi y a su marido, Ernesto de Hannover, en su demanda contra los medios por la publicación de unas fotografías privadas de la pareja, aunque todavía no ha hecho pública la pena.

Las imágenes fueron distribuidas junto a un texto que hacía alusión a una afección de páncreas del marido de la princesa. Además se relacionaba dicha dolencia con el consumo de alcohol del aristócrata alemán. Ahora, la sentencia establece que la enfermedad de un personaje público no justifica la publicación de fotos privadas. Esas instantáneas mostraban a la pareja durante unas vacaciones.

No son «influyentes»

El Tribunal defendió que únicamente se justifica la publicación de fotografías privadas cuando se trata de personas relevantes con una apreciable influencia en la política o en la economía, o cuando acompañan a informaciones que sirvan a "la formación de opinión sobre cuestiones de interés general". Para el Supremo alemán, ni Carolina de Mónaco ni Ernesto de Hannover pertenecen a ese grupo de personajes influyentes.

El reconocimiento o no de esa "proyección pública" es crucial en este tipo de demandas. En España, la consideración de Telma Ortiz como "personaje público" por parte de un juez llevó a que no se tomara en cuenta su demanda de medidas cautelares contra la prensa rosa por acoso.

Ahora espera la respuesta al recurso que interpuso contra el auto que permite que sea fotografiada libremente por los reporteros. En un par de semanas conoceremos si ha sido aceptado .

Otras "broncas Hannover"

La demanda contra la prensa del corazón no es la única que ha protagonizado este año Ernesto de Hannover. El aristócrata ha demandado recientemente a su abogado por no haberle defendido bien en un juicio contra el propietario de una discoteca en Kenia.

Ernesto de Hannover tendrá ahora que desembolsar una alta cantidad de dinero para pagar su agresión al dueño de aquel club .

Además, el príncipe interpuso hace unos meses una demanda contra la firma de tabaco Lucky Strike por utilizar su imagen para una campaña sin su autorización. Sin embargo, fue rechazada.