Hace un año que los nueve radares de control de velocidad que hay en Vigo dejaron de emitir avisos y comenzaron a sancionar de manera efectiva. En estos meses, han sido los dispositivos de Beiramar los que han cazado a más conductores.

En esta zona hay instaladas tres cabinas (en los puntos kilométricos 0,6; 1,04 y 1,523). En ellas cada día son multados 30 conductores por exceso de velocidad.

Entre diciembre y julio (los meses de los que el Concello tiene registro) los radares vigueses pusieron un total de 15.038 multas. De ellas, el 43,31% (6.512) fueron en Beiramar. El segundo puesto lo ocupa el de la VG-20, con 4.469 denuncias en este periodo.

Cuantía de la sanción

Todos los conductores que han sido sancionados a través de estos dispositivos tendrán que abonar una sanción que oscila entre los 91 y los 600 euros, en función de la gravedad. A la multa económica hay que añadir la pérdida de puntos del carné. Superar la velocidad máxima permitida en más de un 50% resta seis puntos al permiso de conducción.

A más del doble de lo permitido

El coche más veloz cazado por los radares en ocho meses circuló por la VG-20 a 161 kilómetros por hora, cuando en este vial la velocidad está limitada a 80. También duplicaron la velocidad permitida los fitipaldis en Beiramar. Aquí el máximo es de 50 kilómetros por hora y uno de ellos fue localizado a 116. Aún así la velocidad media de los infractores es de 79 kilómetros/hora.

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