Eran más de cuatro metros de ancho por tres de largo y otros tres de alto de puro acero inoxidable repartidos en una estructura llena de rizos y contorsiones imposibles. Al parecer había sido Premio Nacional de Escultura en los años 60 y era una de las pocas (muy pocas) esculturas con las que contaba el barrio de Moratalaz.

Hoy, sin embargo, nadie sabe su paradero. Desde hace tres años está desaparecida. Ni siquiera pueden localizar al autor de la obra (o la autora, una teoría que parece cobrar más fuerza).

Hace un par de días Izquierda Unida solicitó al Ayuntamiento de Madrid que aclarara la ubicación actual de 'Las Latas', un enorme conjunto escultórico que fue retirado del barrio de Moratalaz y trasladado posteriormente a unas dependencias municipales de las que, misteriosamente, desapareció hace tres años sin dejar ni rastro.

Sorprendentemente, el propio Ayuntamiento de Madrid, encargado de vigilar la obra, tampoco sabe dónde se encuentra. "Cuando les preguntamos nos pidieron una foto suya porque ni siquiera sabían de qué les estábamos hablando", denuncian desde IU. El Consistorio seguía ayer sin aclarar el destino de la obra cuando fue preguntado por 20 minutos al respecto.

Una historia plagada de olvidos

La historia de esta obra, como su destino, está plagada de olvidos. Según IU, al parecer fue galardonada con el Premio Nacional de Escultura en los años 60 por una autora que, de momento, permanece en el anonimato. "Hemos preguntado hasta al Ministerio de Cultura, pero tampoco han sabido decirnos quién era", afirman. Durante esos años, la escultura, muy moderna para la época, fue ubicada en la Colonia Familia y Hogar, en el segundo desarrollo urbanístico en la historia del distrito de Moratalaz (104.000 habitantes).

'Las Latas' permaneció durante unos 12 años en este lugar, abandonada y dejada de la mano de Dios (en la foto se pueden ver los restos de basura en su base) hasta que fue retirada y depositada en las dependencias municipales del antiguo colegio siglo XXI, en el la calle Luis de Hoyos Sáiz, en el mismo barrio. Durante esta época los vecinos la pusieron el apodo de 'La Fuente', porque cada vez que llovía se llenaba de agua.

Después, el conjunto fue depositado, debido a su tamaño, en el patio del susodicho colegio, donde todavía podía ser contemplado, aunque difícilmente, por algunos vecinos... hasta que desapareció.

Sólo los vecinos más longevos de Moratalaz se acuerdan de la obra. Era una de las pocas esculturas en pié que quedaban en el barrio, junto al monolito homenaje el ex-presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. No obstante, muchos ya hacen sus cábalas y piensan en sus posibles e hipotéticos destinos: "Lo normal es que se hubiera cedido a algún particular. Pero sospechamos que haya podido ser mandada a un desguace o a una fundición... algo que dudamos. No nos parece el mejor final para un patrimonio municipal", afirman desde IU.