En un comunicado, los pensionistas, que suspendieron sus concentraciones por la crisis del Covid-19, han señalado que "la prioridad en estos momentos es conseguir revertir la curva de contagios y cumplir con las medidas adoptadas con tal motivo por las autoridades sanitarias". "Por solidaridad colectiva quedémonos en casa", han añadido.
Asimismo, han indicado que aunque por el momento no van a valorar las consecuencias económicas de la crisis sanitaria, manifiestan su "preocupación ante la posible utilización de la misma para, como lo fue en los años anteriores, recortar servicios públicos, prestaciones, salarios y pensiones".
Por último, han advertido de que "en estas situaciones es donde se ve mas crudamente que si las necesidades de las personas aumentan y los recursos disponibles no son suficientes, las condiciones de vida empeoran". "Por ello la exigencia de disponer hoy de una pensión mínima de 1.080 euros es un objetivo básico imprescindible", han incidido.
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