¿Cuál es su primer recuerdo de Bilbao?

Jugando a las canicas en la plaza de Albia. Yo iba a la escuela de San Vicente y después de clase pillábamos un bocata en casa y a la calle a jugar.

¿La mejor banda sonora para pasear por la ciudad?

 2001 Odisea en el espacio. Te pones al lado del Guggenheim, y flipas. Cuando cierra los ojos y piensa en Bilbao ve... h A mi familia. Y luego a mí marcando un gol en San Mamés.

¿Qué estación le sienta bien a Bilbao?

Siempre me gustó septiembre. Mejor tiempo que en verano y colores ya otoñales.

¿A qué huele Bilbao?

Antes a humedad, ahora a modernidad.

¿A qué sabe?

A chuletón con patatas fritas.

¿Las mejores vistas de Bilbao?

En mi imaginación.

Ama de Bilbao...

La facilidad para moverte y quedar con la gente casi a cualquier hora y lugar. Para uno que vive en Madrid, es impagable.

Pero le desquicia...

No poder ir más a menudo.  Y que cuando vaya llueva mucho y no deje andar por la calle.

¿Su último viaje en metro?

Hace una semana. Lo uso siempre que voy. Mi madre vive al lado de una estación.  Es un lujazo muy al estilo bilbaíno. No es del todo necesario pero ayuda.

¿Qué edificio no se cansa de admirar?

Siempre me ha gustado el edificio de la estación de Abando. Cuando iba al colegio cogía el autobús en esa plaza y me pasaba horas mirándolo. Sobre todo el reloj. Pedazo de reloj.

¿Una película sobre Bilbao?

No voy a ser tan típico para decir la de 007. La nueva vida de Pedrito de Andía.

¿Y un libro?

El Mapamundi de Bilbao.

¿Cómo es el bilbaíno?

Sobre todo, tradicional.

Cuando está fuera, ¿qué es lo que más echa de menos?

A mi familia.

¿En qué lugar le gustaría que esparcieran sus cenizas?

Morirse es como ir a echar gasolina: nunca es buen momento para hacerlo. Pero de elegir, el Gorbea.