Ya sea por la crisis, el cambio climático o ambas cosas, el Concello continúa su ruta para ahorrar energía. Hace unos meses el propio alcalde daba un tirón de orejas a los funcionarios que dejaban las luces encendidas al acabar su jornada en el consistorio y esta semana se confirmaba la petición de 40.000 euros en subvenciones a Vigo para desarrollar un plan de ahorro energético.

Sin embargo, donde más electricidad gastan los servicios municipales es en las farolas. Ayer mismo, la concejala de Servizos Xerais, Isaura Abelairas, señalaba que en el último año se han incrementado los puntos de luz en un 24,51%, mientras que el consumo lo hizo en un 2,5%. Esto es así debido al cambio de estructuras que se está realizando.

Desde hace seis años el servicio de Electro-Mecánicos de praza do Rei está cambiando las farolas para reducir el consumo. Así, se están colocando las lámparas de vapor de mercurio por las de vapor de sodio, que consumen menos.

Aun así, el 29% de los puntos de luz instalados son altamente contaminantes. Se prevé que en cinco años se hayan cambiado todos.

Lo que gasta la luz

El sector público se lleva el 11,29% del consumo eléctrico de la ciudad. La mayor parte del gasto se hace en iluminación  con un 42% del total. El año pasado se necesitaron 22.078.416 kW/hora para poner en marcha los 41.699 puntos de luz de la ciudad. Esto supuso un gasto de 1.824.170,20 euros. Con las nuevas medidas se han conseguido ahorrar 86.000 kW/hora anuales, que a nivel económico supone unos 70.000 euros.

Ni robos, ni pintadas

El Concello está instalando luminarias «antivandálicas» en los parques, es decir, más resistentes a golpes y graffitis. Además, se controla de manera informática las manipulaciones de cables, con lo que si se produce algún robo se detecta al momento y se actúa de inmediato.

Los hogares consumen el 33%

Las familias viguesas gastan en la electricidad de sus casas el 33,1% del consumo total del municipio, mientras que en los hogares del resto de España se quedan en el 30%. Los electrodomésticos suponen el 65% del gasto en casa y son, por lo tanto, los que más contaminan.

Los que más pesan en la factura son los frigoríficos y la iluminación de la casa, ya que cada una de estas actividades supone el 18% del gasto. La calefacción se lleva el 15% y la televisión el 10%.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VIGO