La tuneladora de la Línea 1 del Metro de Sevilla, que hoy se puso en marcha, excavará durante los próximos 16 meses, hasta diciembre de 2006, dos túneles de 2.500 metros de longitud cada uno entre el Parque de los Príncipes y San Bernardo a un ritmo de 15 metros diarios cuando pase el periodo inicial.

La máquina comenzó hoy a horadar, con siete meses de retraso, el primer túnel entre las futuras estaciones del Parque de los Príncipes y San Bernardo, donde conectará con los ya excavados durante la obra frustrada de los años 80, y cuando llegue a este punto volverá a ser trasladada al punto donde hoy empezó sus trabajos para excavar el segundo túnel.

Cada uno de los túneles tendrá 5,3 metros de diámetro. Según el gerente de la UTE, Metro de Sevilla, Juan Antonio Marín, la construcción de cada uno de ellos habrá que sacar un volumen de terreno equivalente a la superficie de un campo de fútbol, con 40 metros de altura.

Por cada metro que excave, la tuneladora extraerá cuatro camiones de tierra y girará a un ritmo de cuatro revoluciones, que equivalen a cien milímetros, por minuto, de forma que primero excavará y después colocará los anillos que fijarán el túnel.

La tuneladora es del tipo de escudo de presión de tierra, para terrenos blandos como el de Sevilla, está empujada por 24 cilindros y cuenta con una potencia eléctrica de 2.100 kilovatios, equivalente al de 400 viviendas.

Por ahora, sólo hasta las 20.00horas

La máquina estará en funcionamiento doce horas diarias, de 8.00 a 20.00 horas, para evitar molestias por el ruido a los vecinos durante la noche, según la Consejería de Obras Públicas. El ruido que producirá entonces esta obra será de unos 100 decibelios, algo superior al que genera un autobús, que está en torno a los 82 decibelios.

En la máquina trabajarán diez o quince operarios en tres turnos diarios y fuera de ella otros ocho para suministrar dovelas y evacuar escombros.

Durante los dos primeros meses, la tuneladora experimentará su "curva de aprendizaje", en la que se horadarán siete metros diarios, y después pasará a un ritmo de entre 14 y 18 metros al día, en función de las paradas que tenga que realizar para el suministro de materiales o pequeñas averías.

Aunque la máquina trabajará las 24 horas en cuanto alcance el subsuelo, en realidad pasará el 35% de este tiempo excavando, un 25% colocando los anillos que fijan los túneles y el tiempo restante parada por incidencias, según los cálculos que manejan los técnicos.

La concesionaria del Metro ha colocado sensores, que se medirán dos o tres veces cada día, en los edificios que rodean la obra, para garantizar su seguridad.

El gerente de la UTE y la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez; el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el director de la concesionaria, Ricardo Alvarez, al inicio de los trabajos de la tuneladora.

La consejera de Obras Públicas aseguró que el "ritmo" de esta máquina tiene un "calendario fijo", frente a la esperanza del alcalde de que se pudiera producir una recuperación del tiempo perdido en los trabajos, y que, como responsable de la obra, "nunca voy a presionar sobre el plazo si existe riesgo para los vecinos o para los trabajadores".

Gutiérrez comprendió el "deseo" del alcalde de que el Metro esté listo cuanto antes, pero recordó que él "no es el responsable de la obra" y primó la seguridad, la eficacia y la calidad de la obra sobre los plazos.

Fase delicada

La entrada en funcionamiento de la tuneladora es la "más delicada", según la consejera, si bien el director gerente de la empresa concesionaria apuntó que "los riesgos están lo suficientemente previstos y controlados y en caso de que se produzca alguna incidencia, están las medidas previstas como para que no tenga ningún alcance".

Ricardo Alvarez explicó que habrá que esperar el desarrollo de los trabajos de la tuneladora para "sacar conclusiones en cuanto a plazos".

Por otro lado, el portavoz del PP, Jaime Raynaud, que vio el inicio de estos trabajos desde un balcón cercano porque la oposición no asistió, ironizó que "estará solo el PSOE en el inicio de la obra porque la pagarán de su bolsillo Chaves y Monteseirín" y deseó, en todo caso, que "las obras transcurran con normalidad y no haya el más mínimo incidente".