Pagará 300 euros por abandonar a su novia en un barranco al que cayó y donde murió

  • Arrastró su cuerpo unos tres metros y medio, agravando sus lesiones.
  • Para justificar sus heridas dijo que había recibido una paliza.
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Juan Carlos Reguero García, acusado de no ayudar a su novia, que murió tras
caerse por un barranco de Valls en 1996, ha aceptado hoy en el juicio
pagar una multa de 300 euros por un delito de omisión de socorro. El juicio debía iniciarse hoy en la Audiencia de Tarragona con la elección del
jurado popular pero, finalmente, se ha llegado a un acuerdo de conformidad entre las partes que ha acabado con una multa de 300 euros.

Los hechos ocurrieron la noche del 26 de enero de 1996, cuando el club femenino de baloncesto de Valls, del que formaba parte la víctima, Roser Rojas Mir, celebró, con una cena, un cumpleaños al que acudieron muchas de sus integrantes y posteriormente se trasladaron a una discoteca de la capital del Alt Camp. Roser acudió con un amigo, Juan Carlos Reguero García, que actualmente tiene 38 años y con quien tenía una relación sentimental desde hacía poco tiempo.

Cayó por un barranco

Sobre las 03.15 horas, ambos abandonaron la discoteca, tras haber bebido "considerablemente", con el pretexto de encontrar un lugar íntimo, llegando hasta la vertiente del barranco de la Zamora, señala el fiscal en sus conclusiones provisionales. Debido a su "estado etílico", Roser no se dio cuenta de la existencia del barranco, y cayó por éste de cabeza, con la que impactó contra los cantos rodados del lecho del torrente.

Juan Carlos bajó por un lado menos pronunciado del barranco, pero igualmente resbaló y se produjo diversas lesiones. Al llegar al fondo del barranco, el acusado "arrastró el cuerpo de Roser unos tres metros y medio" y abandonó el lugar, sabiendo que la chica no "estaba muerta, pero sí muy grave porque la había visto vomitar".

Sobre las 04.30 horas, un vecino halló en el rellano de su domicilio a Juan Carlos lleno de sangre, y lo llevó al hospital Pius de Valls, afirmando durante el trayecto que "había recibido una paliza". Unas tres horas después, un hombre encontró en un recodo del torrente de la Zamora el cuerpo sin vida de Roser.

Omisión del deber

El fiscal recuerda que "desde el momento del accidente hasta la hora citada, Juan Carlos no comunicó a nadie la existencia del accidente y el lugar del mismo, además de haber agravado las lesiones internas de Roser al haberla arrastrado por la ribera del torrente".

El ministerio público considera al acusado responsable de un delito de omisión del deber de socorro con la atenuante de embriaguez, y pedía para él una pena de dos meses y 20 días de arresto mayor, aunque tras el acuerdo alcanzado hoy sólo tendrá que pagar 300 euros.

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