Con una fiesta celebraron ayer los vecinos de Nou Barris que ya pueden coger el metro en las nuevas paradas de la Línea 3 de Roquetes y Trinitat Nova. En esta última estación, que hace las funciones de intercambiador, se enlaza con la línea 4 y la línea 11. En total, se esperan 4 millones de nuevos viajes al año en el tramo entre Canyelles y Trinitat.

Los primeros usuarios destacaban ayer que ahora ya pueden ir de forma directa a los equipamientos sanitarios de la Vall d'Hebron, al Campus de Mundet y a Lesseps, sin necesidad de coger el autobús 76 desde Trinitat Nova o de tener que hacer transbordo.

Otro factor importante para el futuro es que se ha construido un tramo suplementario de 400 metros de túnel, que llega hasta la Meridiana, por el que se podría prolongar la L3 hasta Trinitat Vella y unir, así, esta línea a la L1, con lo cual Nou Barris y Sant Andreu quedarían mejor comunicados entre sí y también con el centro de Barcelona.

El nuevo tramo de la L3, que se ha abierto al público este fin de semana, mide 1,8 km y se ha puesto en funcionamiento después de casi un mes de pruebas. Al ser nuevas, las paradas incorporan escaleras mecánicas y ascensores de última generación, últiles para las personas con movilidad reducida. Han hecho falta cinco años de obras para estrenar esta ampliación de la L3. La mayor parte de los trabajos se ha hecho con el método de perforación en mina, es decir, con voladuras controladas.

Ascensores coordinados

La estación de Roquetes, con dos vestíbulos, se ha excavado a 60 metros de profundidad y se accede por dos pozos circulares con ascensores de alta velocidad coordinados con el paso de los trenes. La de Trinitat Nova destaca por las vidrieras que filtran la luz. Al vestíbulo se accede desde el Parc de Trinitat Nova, y el enlace con la L4, tiene escaleras mecánicas y ascensores.