En un comunicado este miércoles, la Policía ha explicado que el prostíbulo estaba regentado por un hombre y una mujer españoles junto a una mujer paraguaya, quien supuestamente se dedicaba a captar a mujeres de zonas rurales de su país y engañarlas con falsas ofertas de trabajo con sueldos de unos 3.000 euros, y después las obligaba a prostituirse.
Los agentes iniciaron la investigación en marzo de 2019, cuando una testigo explicó a la policía que en el piso había mujeres que sufrían explotación sexual, y conocía el caso de una joven que había llegado de Paraguay unas semanas antes.
A través de la testigo y la mujer que sabía que estaba en el prostíbulo, localizaron el piso de Amposta anunciado en Internet y lo registraron a finales de noviembre: allí encontraron al matrimonio propietario del inmueble y les detuvieron junto a la mujer paraguaya encargada del prostíbulo.
Los tres quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, por un presunto delito relativo a la prostitución y otro de favorecimiento de la inmigración ilegal, y durante el dispositivo la Policía también ha detenido a una persona en aplicación de la Ley de Extranjería
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