Investigadores del Reino Unido y Australia han descubierto que los abejorros son capaces de reconocer objetos a través de los sentidos de la vista y el tacto, lo que supone un grado de complejidad cognitiva sin precedentes en un insecto, según explican en la revista Science.
Si bien anteriormente se pensaba que el reconocimiento de objetos multimodales era una capacidad cognitiva altamente compleja capaz de pocos animales fuera de los humanos, los resultados sugieren que el abejorro, con un cerebro con menos de un millón de neuronas, puede crear imágenes mentales de objetos utilizando información de múltiples detecta y forma sofisticadas representaciones mentales de su mundo circundante.
"Este es un hallazgo notable, que muestra que estos pequeños invertebrados con estructuras cerebrales muy diferentes a los vertebrados son capaces de experimentar un objeto con una modalidad sensorial y luego reconocerlo con otro", escriben los investigadores de la Universidad de Bonn Gerhard von der Emde y Theresa Burt de Perera en un artículo de perspectiva relacionado.
El reconocimiento intermodal es la capacidad de reconocer objetos a través de diferentes sentidos. Los humanos, por ejemplo, pueden reconocer fácilmente algo que han visto anteriormente solo con el tacto, por ejemplo, cuando encuentran un juego de llaves al rebuscar sin mirar en el fondo de una mochila.
Fuera de los humanos, el reconocimiento de objetos intermodales solo se ha demostrado en primates, ratas, delfines y una sola especie de pez. Sin embargo, existe el debate de si esta capacidad se ha extendido por todo el reino animal.
Según el investigador de la Universidad Macquarie Cwyn Perry y sus colegas, debido a que se sabe que los abejorros pueden alimentarse tanto en condiciones de luz como de oscuridad, son criaturas ideales para examinar y comprender si los pequeños cerebros de los invertebrados son capaces de reconocimiento intermodal a través de la visión y el tacto.
En su experimento usaron abejorros entrenados para diferenciar dos objetos de formas diferentes: cubos y esferas, y utilizando solo el tacto o la visión, y probados para ver si podían identificar los mismos objetos usando solo el otro sentido. Los autores descubrieron que podían reconocer con éxito los objetos de forma transversal en ambas direcciones, por la vista y al tacto.
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