El pasado 8 de febrero, el cielo de la noche de Colorado se iluminó gracias a un proyectil de 1.265 kilos de fuegos artificiales. Supone un nuevo récord Guinness que supera a los 1.087 kilos lanzados en enero de 2018 en la isla Al Marjan de Emiratos Árabes.

Tim Borden, el hombre detrás de esta hazaña, ya había intentado batir el récord un año antes. Para ello, utilizó un proyectil cargado con 1.133 kilos de material pirotécnico que debía explotar a un kilómetro y medio del suelo, pero, en lugar de ocurrir eso, estalló el mortero.

Para este ocasión, había preparado un mortero de 8 metros de largo con el que lanzar el proyectil de metro y medio desde lo alto de un monte en Colorado. El proyectil se elevó durante 15 segundos hasta que alcanzó la altura máxima y explotó iluminando el cielo de rojo.

Un representante de los récord Guinness comprobó que la hazaña había sido cumplida y entregó a Tim Borden el certificado que lo acredita.