Según ha informado la Xunta, el objetivo de estas becas no es solo atraer cada año a los gallegos que viven fuera, con los mejores expedientes, para que completen en Galicia su formación especializada, si no conseguir que trabajen en Galicia y que fijen en el territorio gallego definitivamente su residencia.

Para ello, todos los beneficiarios de estas ayudas contarán, un año más, con una orientación laboral con la que se pretende no solo captar para Galicia el talento de los jóvenes residentes en el exterior, si no también facitar su establecimiento definitivo en la Comunidad.

Los beneficiarios de la iniciativa deben ser gallegos por nacimiento o descendientes por consanguinidad, acreditar un mínimo de dos años de residencia en el exterior y estar admitidos en la preinscripción de alguno de los másteres de las universidades gallegas.

La beca, cuyo importe es de 7.000 o 7.650 euros por curso completo (según si el beneficiario procede de Europa o del resto del mundo), se destina a cubrir los gastos de matrícula, viaje, alojamiento y manutención en la Galicia territorial. Aquellos que se matriculen en un curso de 90 créditos tendrán un presupuesto total de hasta 11.475 euros.

A la convocatoria del año pasado se presentaron un total de 423 solicitudes procedentes de cerca de 30 países distintos, de las que una tercera parte (134) provenían de Argentina y otras 85 de Venezuela. Asimismo, 59 eran de Brasil, 34 de Uruguay, 27 de Reino Unido y 21 de México, entre otros países.

La edad media de los solicitantes de esa tercera convocatoria fue de 29 años y, de los 150 beneficiarios, 25 eran de la Galicia territorial -emigrantes nacidos en la Comunidad o que hayan residido más de 10 años en Galicia-.