Denuncian a la Junta por el mal estado de las torretas de vigilancia de incendios

  • UGT ha denunciado a la Junta ante la Inspección de Trabajo por el riesgo que corren los 32 emisoristas que trabajan en las torretas.
  • El año pasado ya denunciaron, sin resultados.
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La Federación de Servicios Públicos de UGT de Ávila ha denunciado ante la Inspección de Trabajo, por segundo año consecutivo, "el pésimo estado" de las once torretas de vigilancia de incendios que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León tiene repartidas por la provincia. Esta denuncia ya se realizó el año pasado, sin que la Administración regional haya llevado a cabo una actuación suficiente para mejorar las condiciones de trabajo de los 32 emisoristas que desempeñan su labor de vigilancia en estas torretas.

El secretario de Salud y Medio Ambiente de FSP-UGT, Javier Villa, afirmó ayer que ninguna de las once torretas de Ávila -algunas de ellas tienen una estructura con 25 años de antigüedad- se encuentra en buenas condiciones, una denuncia que ya han trasmitido en varias ocasiones tanto a la Junta de Castilla y León como a la Inspección de Trabajo.

Debido a la "falta de conservación, presencia de elementos inseguros, estructuras precarias y material deficiente, los trabajadores no pueden realizar bien su trabajo y, además, corren riesgos", puesto que las torretas dispone de un habitáculo de unos tres metros cuadrados que se encuentra a entre 15 y 16 metros de altura. "Con tanta deficiencia puede llegar un momento en que la estructura falle y haya un percance", advirtió.

Condiciones peligrosas 

Entre otras deficiencias, destacan que se carece de sillas giratorias -sólo hay una, y está destrozada-; las estructuras metálicas de las torretas están corroídas, los cables de los pararrayos carecen de aislamiento, la humedad invade los habitáculos, los anclajes de los pilares son deficientes, los accesos a las torretas son peligrosos y los elementos arquitectónicos quedan a la altura de la cabeza, y los parasoles son "tercermundistas". Además, los trabajadores sufren las

emanaciones de gases de las baterías que alimentan las emisoras, muchas de ellas 'picadas' por la corrosión, de modo que sufren una continua sequedad de garganta. También, denuncian el mal estado de sus equipos de trabajo: los prismáticos están destrozados y carecen de cartografía de la zona.

Según UGT, sería necesario derribar estas torretas y construir otras nuevas, como pasa en León y Segovia.

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