Vertidos, muebles y residuos orgánicos se acumulan en los ríos de Vigo. Así lo denunció ayer la organización ecologista Adega, que alerta de que «empresas sin licencia» realizan continuos vertidos a los puntos fluviales de Vigo, sobre todo al Lagares o al río Eifonso. Precisamente Adega asegura que este último se ha convertido en un vertedero en el que se acumulan enseres inservibles (incluso muebles) de las empresas y particulares.

Los vertidos industriales son, según los ecologistas, «una problemática menos evidente porque duran escasas horas, aunque sus efectos pueden ser extremadamente graves».

Para denunciar esta situación que afecta también a otros puntos de Galicia, Adega realizará el día 4 de octubre una jornada de limpieza de ríos.

A las denuncias de los ecologistas se han unido también los vecinos. Ayer, la Federación Vecinal presentó ante el Concello un paquete de medidas para recuperar los ríos y el litoral de la ciudad. A raíz de la catástrofe provocada por el incendio de O Gorxal los vecinos solicitan la puesta en marcha de un plan de recuperación de la fauna afectada en el río Lagares.

Los vecinos proponen también controlar los sistemas de depuración de las empresas que vierten tanto a los ríos como aquellas que están situadas cerca del mar, como es el caso de las conserveras o los astilleros, entre otras.

Según el último informe entregado al Concello se contabilizaron 23 empresas que vierten de manera ilegal al Lagares. Una vez por semana técnicos municipales toman muestras de los vertidos que llegan al río para su análisis.

Agua de colores en el área

También los ríos del área de Vigo sufren las consecuencias de los vertidos. El último tuvo lugar hace una semana en el río Alvedosa, en Pazos de Borbén. Sus aguas se volvieron de color gris intenso a raíz de un vertido que, presuntamente, provenía de las industrias del Polígono de Amoedo, según ha denunciado Adega.

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