Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos se remontan al año 2012, cuando el hombre llevaba a la playa a la menor, que entonces tenía 12 años, y a su hermana pequeña. El fiscal sostiene que los abusos se produjeron de forma continuada en diversas ocasiones y que el hombre amenazó a la víctima con hacerle lo mismo a su hermana pequeña si contaba a alguien lo ocurrido.
Debido a la relación de parentesco, la víctima no se atrevió a denunciar los hechos hasta transcurridos varios años, ya mayor de edad. Como consecuencia de lo ocurrido, ha tenido que recibir terapia psicológica. El Juzgado dictó en 2018 una orden de alejamiento en favor de la víctima.
La Fiscalía también pide una medida de libertad vigilada por ocho años, en los que se obligue al acusado a participar en un programa de educación sexual. Además de una nueva orden de alejamiento por 13 años, también solicita una indemnización de 10.000 euros para la víctima por los perjuicios psicológicos y daños morales.
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