Un accidente aéreo en el aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul (Turquía) ha dejado tres fallecidos y 179 heridos, después de que el avión en el que viajaban, procedente de Esmirna, haya salido de la pista y se haya partido en tres trozos tras un aterrizaje difícil. 

En una jornada lluviosa y con fuerte viento, el avión, con 183 personas a bordo entre pasajeros y tripulación, ha patinado al tomar tierra y se ha despeñado por un terraplén adyacente a la pista de aterrizaje. A pesar de la espectacularidad de las imágenes, no hay que lamentar víctimas mortales, según las autoridades turcas.

"El avión no puede mantenerse en la pista y cae aquí desde una altura de 30-40 metros", ha explicado el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya, al describir cómo la aeronave se ha despeñado después de sufrir un pequeño incendio ya en el asfalto de la pista. 

Entre los heridos trasladados a hospitales cercanos al aeródromo, la mayoría con pronóstico leve, se encuentran los dos pilotos del avión, que se encuentran en estado grave.