En el matrimonio la veteranía no es ningún punto a favor. Celebrar aniversario tras aniversario no da, de hecho, ninguna garantía de continuidad. Incluso aunque se llegue a las bodas de plata (25 años). Así lo evidencia que el 37% de las parejas coruñeses que se rompen llevasen más de dos décadas juntos. Tiempo más que suficiente para tener claro que la relación no va por buen camino.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (IN) reflejan que el pasado año se deshicieron en la provincia 3.350 matrimonios, un 6,42% menos que en 2006. Esto supone 9 rupturas al día. Y la mayoría opta por la fórmula definitiva: el 90% firmó el divorcio y el resto prefirió la separación.

Más prudencia

En esto, la veteranía sí que marca una diferencia. Entre los que eligen la medida menos drástica (hubo 302 separaciones en 2007), son mayoría los que llevan más de 20 años juntos: representan el 57% de los casos. Sólo acaparan un tercio de los divorcios. De hecho, la mayoría le da más de cinco años de prueba al matrimonio: sólo 24 parejas decidieron zanjar su relación tras menos de un año de casados.

Pero al margen del tiempo que tarde en romperse una pareja, parece que son ellas, las esposas, las que más asimilan que el matrimonio no tiene futuro y actúan en consecuencia: en cuatro de cada diez casos son las mujeres las que presentan la demanda de divorcio o separación.

El 35% de los matrimonios adoptan la decisión de forma conjunta. Sólo el 24% de los maridos toman la iniciativa. Y en lo que ellas tienen una abrumadora mayoría es en la custodia de los hijos: el juez se la concede a la madre en el 88% de los casos.

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