El inicio en el consumo de alcohol se está adelantando hasta edades muy tempranas, lo que ha hecho saltar las alarmas entre sanitarios y educadores por los efectos que esta sustancia puede provocar en el desarrollo de niños y jóvenes, que pueden acabar siendo adictos a la botella.

Según los datos que maneja la catedrática de Teoría de la Educación de la Universitat de València Petra Pérez, la edad de inicio se ha rebajado ya a los 11 años para el primer contacto, y a los 13,8 años de media.

"Se trata de un problema real en toda Europa, pero aquí tenemos un fenómeno específico como es el botellón", señala. "En nuestra cultura beber es un hecho socialmente aceptado, pero debe serlo sólo en adultos sanos y con moderación", explica.

Según un estudio sobre el botellón hecho en la Comunitat Valenciana, el 50% de los adolescentes entre 14 y 18 años confiesa haber bebido en el último mes, y los padres consideran que éste es el segundo problema más importante de la juventud, pero sólo el 52% habla con sus hijos de ello. El resto tiene medio al conflicto en casa.

Otro dato a tener en cuenta es que cada vez beben menos jóvenes, pero los que sí consumen alcohol lo hacen hasta emborracharse.

Guía para padres

La educadora Petra Pérez ha elaborado una guía para padres con hijos de 6 a 13 años, una etapa en la que "se puede hacer prevención, porque cuando son adolescentes se vuelven herméticos", indica. En ella se apuesta por cambiar las creencias de los jóvenes haciéndoles ver que el consumo abusivo puede acabar en aislamiento social, abandono, envejecimiento prematuro y fracaso laboral, entre otras consecuencias. CONSULTA AQUÍ MÁS