Chic, femenina, moderna y con un aire romántico. Así son las colecciones de esta mujer, a la que le gusta vestir a princesas hippies y románticas en blanco, negro, hilos de oro y seda, organza y muselinas. Recién finalizado su desfile en la Sala Cibeles, Alma Aguilar, rodeada de amigos -desde Belinda Washington a Cayetana Guillén Cuervo- nos habla de su colección.

¿Cuál ha sido tu impresión del desfile?

En general, muy buena. Todo ha salido como estaba previsto. Estoy muy contenta, es un momento al que uno lleva esperando mucho tiempo. Además, esto está lleno de amigos.

¿Te han dicho ya lo que más les ha gustado?

Apenas han tenido tiempo, pero parece que lo que más éxito ha tenido son los drapeados, los vestidos fuxias, también los pantalones a rayas con cintura alta...

¿Y cuál es tu preferido?

El primer vestido que ha desfilado, que es en uno de los que más he trabajado y que resume muy bien el concepto de la colección: hacer alta costura pero adaptándola a cualquier ocasión, que sean prendas que puedas alternar para diferentes momentos ayudándote por complementos. Cada vez disfruto más con la alta costura, te permite experimentar con texturas.

¿Cómo es una "mujer Alma Aguilar"?

Por lo general, lo más importante es que se conozcan bien a sí mismas y que quieran utilizar la moda para enriquecerse. Que aprecien el trabajo bien hecho.

Pasados los nervios del desfile, ¿vas a asistir al de alguno de tus colegas?

Nunca veo los desfiles de otros. En primer lugar, tengo la manía de no ver a ningún diseñador que desfile antes que yo, porque ese día estoy muy nerviosa. Y cuando acabo vuelvo a casa y luego volver desde allí por la tarde para ver otros desfiles me pilla a desmano. Además, estos días desprendo mucha adrenalina, termino agotada, por la tarde me empieza a doler la cabeza por los nervios que paso, hasta se me baja la tensión. Si no, asistiría a todos los que pudiera.