Rifirrafe de 5.000 piezas

Esta es la historia de un puzle de 5.000 piezas que ha enfrentado a una vecina de Navalcarnero y a un cristalero de la misma localidad. La disputa, que ha llegado incluso a los tribunales, comenzó hace tres años.
María de las Cruces González-Pariente, de 31 años, aficionada a este tipo de juegos, compró el puzle «El rincón de Yorkshire». Su propósito era, una vez hecho, enmarcarlo y regalárselo a su hermana. Tras tres meses de ardua tarea, contrató los servicios de la cristalería Hefejim. Y aquí empezaron los problemas.
Los operarios de esta empresa dañaron 400 piezas del puzle cuando le colocaban un cristal. «El dueño me dijo entonces que me lo pagaría pero yo no quería dinero, no quería comprarlo de nuevo y hacerlo, sólo quería el puzle ya hecho», explicaba ayer María a 20 minutos.

Tras un tira y afloja entre ambas partes, el cristalero, según María, se comprometió a comprar el puzle y le dijo que, con un poco de paciencia, lo montaría su hija. «Incluso le di el tablero de madera que servía de soporte para que lo hiciera encima». El cristalero la llamó poco después para exigirle el puzle deteriorado.
 El puzle montado está valorado en 1.450 euros, según una tienda especializada»
María González
Vecina de Navalcarnero
«Lo que pretendía era cambiar sólo las 400 piezas deterioradas y no hacer el puzle entero. Si no se lo daba, no había trato. Pero yo ya lo había tirado».

No hubo acuerdo y María denunció a la cristalería. Ahora, tres años después, un juez ha condenado a la empresa a pagar a María 55 euros, lo que costó el puzle, alegando que «la demandante no se dedica profesionalmente a hacer puzles».

María ha recurrido la sentencia. «El juez no ha valorado el tiempo que me llevó hacerlo», explica. Afortunadamente su hermana no se quedó sin él. «He comprado otro, lo he vuelto a montar y se lo he regalado».
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