El hospital se hace colegio para no frenar el aprendizaje de los más pequeños

  • Unos 20.000 niños estudian actualmente en las 46 aulas hospitalarias que hay en 36 centros de Andalucía. 
  • ​Los alumnos también son atendidos en sus domicilios cuando tienen que pasar largas convalecencias allí.
Los consejeros Javier Imbroda y Jesús Aguirre, durante una visita al aula hospitalaria del Virgen del Rocío, en Sevilla.
Los consejeros Javier Imbroda y Jesús Aguirre, durante una visita al aula hospitalaria del Virgen del Rocío, en Sevilla.
JUNTA DE ANDALUCÍA
Los consejeros Javier Imbroda y Jesús Aguirre, durante una visita al aula hospitalaria del Virgen del Rocío, en Sevilla.

Estar hospitalizado es una situación complicada que, en el caso de los más pequeños, puede resultar aún más traumática que para los adultos. El ingreso, especialmente si es prolongado, influye en su desarrollo emocional y afecta a sus relaciones piscosociales y psicoafectivas, explican los expertos, y además, supone en muchos casos la interrupción del ritmo de su escolarización, sobre todo en aquellos menores que se ven obligados a pasar largos periodos de tiempo ingresados.

Para paliar estos efectos negativos, especialmente los relacionados con el aprendizaje escolar, la Junta cuenta con una valiosa herramienta, las llamadas aulas hospitalarias, un recurso educativo, sanitario y social en el que los niños siguen estudiando pese a sus problemas de salud. El programa docente que desarrollan los profesionales que trabajan en ellas presta un servicio educativo que contempla tanto los aspectos formativos, informativos y curriculares como los de asesoramiento y de apoyo psicopedagógico y socioafectivo.

Actualmente hay en Andalucía unos 20.000 menores que son atendidos en estas aulas, pero no solo en los propios hospitales, sino también en el domicilio del paciente cuando este se ve sometido a una larga convalecencia en su hogar. La comunidad cuenta con un total de 46 aulas hospitalarias, ubicadas en 36 centros sanitarios, donde el profesorado no solo enseña, sino que también trabaja para hacer que la estancia de los pacientes, convertidos ahora en sus alumnos, sea lo más agradable posible.

También en sus casas

En total, hay 48 docentes que atienden de media a unos 360 niños en las aulas del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Por otro lado, las unidades de salud mental infanto-juvenil de los hospitales cuentan con un profesorado que atiende a los alumnos que transitoriamente tienen que pasar periodos de estancia en dichas áreas. Para desarrollar esta labor, la Junta cuenta con 14 profesores.

También están atendidos los menores que convalecen en su domicilio, para quienes trabajan 38 docentes en exclusiva. A estos hay que sumarles los más de 70 profesores educativos que se dedican parcialmente a enseñar a los pacientes en sus casas a través del programa de acompañamiento escolar domiciliario. Se trata, en este caso, de alumnos que, por indicación médica, no pueden asistir a su centro docente por un periodo amplio de tiempo, en concreto, escolares que pasan por un proceso médico largo o que han salido del hospital para terminar de recuperarse en casa. En esta modalidad, se atiende a una media de 450 alumnos por curso.

Dos de estas aulas se encuentran en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que este jueves visitaron el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, y el titular de Salud y Familias, Jesús Aguirre. En el aula de Nefrología y Neurología de este centro estudian a lo largo del año 1.279 niños, mientras que en la que está ubicada en el área pediátrica lo hacen 166 escolares. Aguirre aprovechó su visita para "agradecer a los profesionales su implicación para que estos niños y niñas no pierdan el ritmo escolar", así como la "colaboración de las familias". Imbroda, por su parte, incidió en que este recurso tiene como objetivo "compensar las dificultades del alumnado enfermo y garantizar la continuidad de su proceso educativo".

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