Corría la década de los 80 y ya entonces su voz era una de sus grandes bazas. Pero desde entonces hasta ahora las cosas han cambiado. Ha aparcado la televisión y desde hace unos años centra su carrera en la interpretación y la enseñanza. Fabregat es profesora de locución, dicción, oratoria... Aunque ella descarta el término maestra. «Sólo enseño lo que estoy aprendido con el tiempo o en las clases», afirma. Así, «ayuda» a abogados o maestros, gente que usa la voz como una herramienta de trabajo.
«El secreto está en saber respirar», asegura. Y no es sencillo. Según cómo lo hagamos, corremos el riesgo de quedarnos afónicos.
Pero, polifacética donde las haya, Fabregat no sólo «comparte» sus conocimientos. Ama la poesía –adora a Machado, León Felipe y Miguel Hernández, entre otros– y en los últimos meses ha ofrecido diferentes recitales poéticos. El último, una recopilación de sonetos y églogas que tituló El quijote en verso.
«La poesía es emoción en estado puro, es corazón, es denuncia, es llegar a otra persona... El mundo la necesita para compensar la gran cantidad de Salsas Rosas que existe», asegura.
A escena en septiembre
Más allá de la poética y la dicción, Fabregat tiene otros proyectos. Sin ir más lejos, ahora se encuentra inmersa en los ensayos de La señora del general, que con toda probabilidad se estrenará en otoño, en un café teatro de Barcelona. Así pues, Fabregat se quedará sin vacaciones, aunque, según dice, no le importa. maica lópez
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