El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha admitido por primera vez que si una sentencia firme del Tribunal Supremo le inhabilita como presidente y el Parlament acata la sentencia "habría elecciones".

Con esta fórmula ambigua, Torra abre la puerta a un adelanto electoral en el supuesto de que le inhabiliten pero lanza de nuevo la pelota al tejado del Parlament para que sea la cámara catalana la que finalmente decida si continua o no como presidente de la Generalitat. "Si el Parlament de Catalunya llegase a ese momento de desautorizarme, seguramente estaríamos unos meses en funciones y habría elecciones", explicó una entrevista a Ràdio 4.

Pese a que la ley de Presidencia de la Generalitat establece que el presidente del Parlament debe proponer a un nuevo presidente del Ejecutivo en el plazo de 10 días en caso de condena penal firme que conlleve la inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos, Torra ha subrayado que exigiría el pronunciamiento de la Cámara sobre su cese: "Yo seguiría pidiendo que el Parlament se pronunciase y acataría lo que dijese el Parlament". 

Sobre el cumplimiento de la sentencia en el caso de que el Supremo dicte su inhabilitación, Torra ha afirmado que "no se trata de si obedecemos o desobedecemos al Supremo, sino si obedecemos o desobedecemos al Parlament, que es donde reside la soberanía del pueblo de Cataluña".

Precisamente el presidente del Parlament, Roger Torrent, se ha mostrado firme en la defensa "hasta las últimas consecuencias, desde todos los puntos de vista" de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, siga ejerciendo su cargo si se diera el caso de no poder ser diputado, en referencia a la inhabilitación de la Junta Electoral Central (JEC) al presidente catalán.

En una entrevista a Tv3, Torrent ha recordado que "el Parlament se ha posicionado escogiendo a Torra y también ratificándolo. Tenemos toda la legitimidad política y jurídica". Ha añadido que la Junta Electoral Central no es un órgano legitimado para inhabilitar al president de la Generalitat, y ha prometido defender la soberanía del Parlament y la condición de diputado de Torra. 

Ahora bien, Roger Torrent no ha hecho referencia a qué pasaría si el Supremo dicta una sentencia firme que inhabilite al president Torra, y se ha refirido solamente a la resolución de la JEC. 

Sobre esta cuestión se han pronunciado también los letrados de la Generalitat que han redactado un informe que concluye que la JEC no puede cesar al presidente de la Generalitat, Quim Torra. Según ha explicado la portavoz del Govern, Meritxell Budó, de ese informe se extrae que el acuerdo de la JEC "no tiene afectación y no puede comportar su cese como presidente de la Generalitat".

Reunión Sánchez-Torra

En los días previos a la reunión que han de mantener el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el presidente de la Generalitat, Torra ha celebrado el "respeto institucional" que considera que se vuelve a dar con el Gobierno central tras las dos llamadas telefónicas que ha mantenido con Sánchez con motivo de la explosión y el incendio de la planta petroquímica de Tarragona.

Torra ha explicado que primero Sánchez se puso en contacto con él cuando estaba de camino al lugar de los hechos "para saber qué estaba pasando y para ofrecerse, por si podía ayudar de alguna manera"; y Torra le devolvió la llamada para explicarle cómo se estaban desarrollando los hechos: "Ahora estamos dentro de esa normalidad que cuando suceden hechos excepcionales, los presidentes de los países se llaman", dijo Torra.

En cuanto a los temas de negociación, el presidente catalán ha advertido que el "objeto central" debe ser "el ejercicio del derecho a la autodeterminación, y por lo tanto un referéndum", así como "una ley de amnistía". Es lo que han tratado este miércoles por la tarde los partidos y entidades independentistas en la cumbre celebrada en el Palau de la Generalitat.

Al salir, la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha explicado que hay consenso entre los independentistas sobre que la postura del Govern en la mesa de negociación con el Gobierno debe pivotar sobre "la autodeterminación y el fin de la represión" que los republicanos sitúan bajo el concepto de amnistía. "No ha habido formalmente un acuerdo, pero si que hacemos una valoración positiva", dijo. 

Por su parte el diputado de la CUP Carles Riera ha avisado al presidente de la Generalitat de que los ‘cupaires’ serán "rotundamente beligerantes" si la mesa de diálogo entre Govern y Gobierno se aleja de la autodeterminación. Y desde Òmnium Cultural sostuvieron que "la discreción es imprescindible para su éxito".