El armador del pesquero retenido en Mauritania desde hace cinco días -'Bahía de Portosanto'-, Santiago Iglesias Carballa, aseguró hoy que no recibió "ninguna notificación oficial" por parte del Gobierno del país africano y que "no pagará" la fianza de 44.000 euros que le demandan porque "el barco no cometió ninguna infracción".

En este sentido, en declaraciones a Europa Press, explicó que la caja azul del barco, con base en Las Palmas y armador de Marín (Pontevedra)- indica que "es imposible" que estuvieran pescando en la fecha indicada, el pasado 13 de mayo, debido a que la velocidad registrada es mayor de la que soporta un buque para la captura de la merluza y a que a la distancia a que se encontraba de la costa "no hay ese pescado".

Además, acerca de una posición de apenas un cuarto de hora en la que el barco se aproxima a una velocidad propicia para faenar --3,2 nudos, sobre tres que resiste de máxima--, el armador defendió que en ese tiempo "no da ni tiempo a echar el aparejo". "No admito que falseen la realidad", subrayó Iglesias Carballa, quien apostilló que lo que está viviendo es "una cosa surrealista".

Del mismo modo, recordó que el 'Bahía de Portosanto' sufrió una avería, al engancharse la red de un barco ruso en la hélice, por lo que tuvo que parar y bajar a los hombres rana a desenredarla.

La tripulación, "testigo"

Además, otro barco de la armadora fue a remolcarlo, por lo que indicó en el control que sufriría un retraso por esa causa. "Ese es el motivo por el que estaba parado, no porque estuviera pescando", resaltó, y aseguró que "toda la tripulación es testigo y el 70 por ciento son mauritanos".

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