La mayoría de los cerveceros viven con deleite el momento en el que se echan a los labios una caña o una pinta recién echada, con su generosa corona de espuma. El problema es que esa sensación no suele durar todo el proceso, porque la espuma acaba disolviéndose. Pero ahora, un grupo de científicos británicos han dado con la clave que pueden dejar la espuma firme de principio a fin.

La investigación fue llevada a cabo por expertos de la Universidad de Manchester y ha sido publicada este viernes en la publicación Chemical Communications.

Los encargados del estudio dispararon rayos de neutrones a los líquidos utilizados para crear espumas. Con ello lograron revelar información sobre la superficie de estos líquidos, que está a nivel molecular y no se puede ver a simple vista.

Mientras el comportamiento de las espumas hechas de líquidos con un solo aditivo se conoce bien, no ocurre lo mismo con los líquidos que contienen más aditivos, como los que se usan en la mayoría de productos actuales.

Los investigadores estudiaron mezclas que contienen tensioactivos y un polímero para encontrar nuevas mezclas que podrían ayudar a los desarrolladores de productos (como la cerveza) a crear la espuma ideal.

Estos hallazgos se pueden aplicar no sólo a la espuma de la cerveza, sino también a la del café, a la de la leche, a productos de higiene como champús o geles o productos para extinción de incendios como extintores.