Según explicó, la situación económica actual se ha traducido en "la caída del volumen de ocupación, de los precios medios y de la estancia media", lo que ha producido "la pérdida de margen de rentabilidad de las empresas". Así, indicó que el sector  "ha perdido en ventas", ya que los precios medios han bajado entre un cinco y un diez por ciento", a lo que añadió que la temporada en general "ha estado por debajo de las expectativas y por debajo del comparativo con el año pasado".

Al inicio de esta temporada estival, el sector ya mostró su "incertidumbre" ante una situación económica general "que no es buena" y que le ha llevado a perder rentabilidad debido a la bajada de precios "para poder llegar al mercado". Díaz indicó que "el consumo ha caído considerablemente, por lo que la hostelería se está resintiendo ante la alta competitividad en los precios, la bajada de la estancia media de pernoctaciones y la de precios respecto a años anteriores para poder sostener el sector".

Por último, apuntó que las ganancias "han caído en todos los sentidos" y que esta menor actividad en el turismo "ha llevado a que los índices oficiales muestren que el porcentaje de ocupación haya bajado, el ratio de empleado por ocupación ha disminuido y además se endurecen las condiciones del mercado que hay que asumir, lo que lleva a que las nuevas iniciativas hoteleras estén ralentizadas".

Además, Díaz reconoció que, lejos del turismo reglado que se aloja en apartamentos turísticos y hoteles, "existe una oferta sumergida que hace mucho daño al sector y que compite con ventajas porque elude impuestos y controles de cualquier tipo" y reconoció que el turismo residencial, "es distinto y hay que saberlo aprovechar al máximo porque consume y se mueve en la zona".

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