En tiempo de vacas flacas, el Concello está dispuesto a apretarse el cinturón y pretende hacerlo con la menor repercusión posible para los ciudadanos. De este modo el alcalde, Abel Caballero, anunciaba que «pase lo que pase en ningún caso habrá subida de impuestos en Vigo».

Sin embargo, en praza do Rei tendrán que buscar nuevas formas para llenar las arcas si, como se baraja en la administración central, se produce una reducción de los fondos por parte del Estado a los municipios. Ésta es una medida que se está planteando el Ministerio de Economía ante la crisis. Actualmente, los ayuntamientos gallegos reciben del Estado la mitad de lo que necesitan para pagar sus facturas.

Posibles soluciones

Si el Estado da menos fondos, hay dos posibilidades: reducir servicios o buscar otras fuentes de ingresos. Así de claro lo ve el preisdente de la Federación Galega de Municipios e Provincias, Carlos Fernández, quien contempla una subida de las tasas municipales o más endeudamiento de los Concellos si no se quieren reducir servicios.

En Vigo, Caballero abre una tercera vía algo más confusa: «estableceremos unos ingresos y nuestros gastos se acoplarán a ellos, pero no vamos a recortar servicios ni subiremos impuestos». El regidor asegura que los concellos por ley no se puden endeudar más.

Con menos aportación estatal, sin gravar a los ciudadanos ni endeudarse, la vía que el alcalde contempla para mantener los mismo servicios es «que nos compensen por los gastos en los que incurrimos sin que sean de nuestra competencia». Asegura que el 15% de los gastos del Concello se va en cuestiones que no le corresponden, como el mantenimiento de los colegios públicos o el arreglo de algunas calles.

Por otra parte, el Concello propondrá que en los próximos presupuestos, los de 2009, se incluya la congelación del sueldo de los concejales. El alcalde asegura que él no tendría «ningún problema» en reducirlos en caso de que fuera necesario.

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