Viajar cerca. Dormir en lugares baratos. Comprar la comida en el supermercado. Son las vacaciones de supervivencia que buscan buena parte de los catalanes, según los datos recogidos por la Asociación de Profesionales del Turismo (Aptalc).
Las oficinas de turismo han atendido entre un 10% y un 40% menos de consultas. El turista busca el restaurante más económico, el supermercado más próximo, las zonas de acampada libre o las rutas de senderismo, así como la playa.
En Lleida el verano no ha funcionado mal
Las últimas cifras cerradas de Barcelona indican un descenso de la ocupación de ocho puntos en junio y de medio en julio y una estabilización en los precios, según el Gremio de Hoteles. «En Lleida el verano no ha funcionado mal. La ocupación ha bajado porque hay más plazas y el turismo cultural y de aventura han ido bien», explica el director de Turismo de Lleida, Xavier Moncayo.
«Los turistas pasan menos tiempo. Los comercios y la restauración lo están notando bastante», indicó. Y eso que el verano es el epílogo del grueso de la crisis. La Asociación de Profesionales del Turismo pronostica que las cifras del 2009 serán todavía peores.
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