Los acusados habían ofrecido a su víctima participar en el negocio de billetes falsos o si conocía a alguien que pudiera participar, para lo que debía aportar el dinero que supuestamente era necesario para realizar la estafa, a lo que el empresario se negó y denunció los hechos.

La rápida intervención de los agentes permitió no sólo la detención de los autores, sino también la localización de un vehículo de matrícula extranjera usado para cometer el delito.

En el automóvil se encontraron diversos botes de plástico con varios líquidos, guantes de látex, un secador de pelo, un paquete de algodón y numerosos recortes de cartulina tintada del tamaño de billetes.

El timo de los billetes tintados es realizado generalmente por individuos de procedencia africana y suele ser ofrecido a empresarios o personas que puedan disponer de grandes cantidades de dinero en efectivo.

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